Velas y flores de los supervivientes frente al "muro de la muerte" conmemoran el 80 aniversario de la liberación de Auschwitz
El primero de los actos de este 80 aniversario que rinde homenaje a las víctimas del exterminio nazi en este campo de concentración con los supervivientes como los grandes protagonistas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Un grupo de supervivientes del campo de concentración y de exterminio nazi de Auschwitz ha depositado este lunes coronas de flores y encendió velas frente al emblemático "muro de la muerte", en memoria de las víctimas, en el primero de los actos de conmemoración del 80º aniversario de la liberación de dicha infraestructura criminal nazi.
Este emotivo acto se ha llevado a cabo junto al infame "bloque 11", que albergó celdas de castigo, y a solo unos pasos de donde se encontraba el muro que sirvió como paredón para miles de fusilamientos y que fue reconstruido tras ser demolido en 1944.
Algunos de los aproximadamente 50 supervivientes, visiblemente emocionados y en algunos casos acompañados por sus familiares, portaban los brazaletes con la estrella de David y pañuelos con las características rayas blancas y azules que distinguían a los uniformes de los prisioneros, y no pudieron contener su emoción al apoyar sus manos en las piedras del muro.
Tras los supervivientes, el presidente polaco, Andrzej Duda, ha depositado una ofrenda y ha rendido un solemne homenaje a las víctimas y supervivientes.
Celebración del 80 aniversario de la liberación de Auschwitz
Con este primer acto, el Museo de Auschwitz-Birkenau celebra el 80º aniversario de la liberación del que fue el mayor campo de concentración y exterminio nazi.
Actos conmemorativos en los que los organizadores han prohibido declaraciones de políticos, para que sean los supervivientes los principales protagonistas, y tan solo el presidente polaco pronunciará un discurso en esta ocasión histórica.
"Queremos centrarnos en los últimos supervivientes que están entre nosotros y en su historia, su dolor, su trauma y su manera de plantearnos obligaciones morales para el presente", Piotr Cywiński, director del Museo de Auschwitz-Birkenau.
Como reconoce Michael Bornstein, uno de los supervivientes, es muy posible que nunca vaya a reunirse un número tan grande de personas que pasaron por el campo y, aunque "no será fácil regresar a Auschwitz, esta conmemoración será la última de este tipo y allí estaremos"
Los supervivientes, los grandes protagonistas de la ceremonia
La ceremonia arrancará a las 16.00 horas con la bienvenida de uno de los supervivientes, tras lo cual tomarán la palabra varios más para hacer llegar sus mensajes tanto a los presentes como al mundo 80 años después de la liberación del campo.
El acto, en el que también están previstas unas palabras de agradecimiento del director del Museo, Piotr Cywinski, estará jalonado con varias piezas musicales, incluidas dos obras de compositores que fueron asesinados en Auschwitz.
Para terminar, después de la oración judía del duelo, el 'kaddish', está previsto que todos los invitados, tanto los supervivientes como los jefes de Estado y dignatarios presentes, rindan tributo al más de un millón de víctimas de Auschwitz.
Presencia de más de una veintena de jefes de estado y distintas autoridades mundiales
Más de medio centenar de países y organizaciones internacionales acudirán a estos actos conmemorativos, y junto a los Reyes de España, también han confirmado su asistencia los monarcas del Reino Unido, Bélgica, Países Bajos, Dinamarca y Suecia, así como los presidentes de Italia, Francia, Alemania, Austria y Polonia.
Desde Estados Unidos, el presidente Donald Trump ha encargado la responsabilidad de representar a su país a Steve Witkoff, enviado de su administración para Oriente Medio, y a Howard Lutnick, secretario de Comercio.
Además, estarán presentes los altos representantes de la Comisión Europea, el Parlamento Europeo, el Consejo Europeo, el Consejo de Europa, la OTAN, las Naciones Unidas, la UNESCO y la Soberana Orden de Malta.
La conmemoración también se ha visto envuelta en cierta polémica debido a las especulaciones sobre la posible asistencia del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
La Corte Penal Internacional emitió el año pasado una orden de arresto contra Netanyahu por crímenes de guerra y lesa humanidad, pero el primer ministro polaco, el conservador Donald Tusk, confirmó que cualquier político israelí podrá asistir a la ceremonia sin temor a ser arrestado.
El Gobierno israelí anunció que estará representado por su ministro de Educación, Yoav Kisch.
No se ha invitado a ninguna delegación de la Federación de Rusia, debido a la guerra de agresión rusa contra Ucrania.
HISTORIA DEL CAMPO
El campo se creó en 1940 cerca de Oswiecim, en la Polonia ocupada. Inicialmente, su cometido era el de prisión para los polacos detenidos durante las redadas masivas, pero terminó convirtiéndose en el mayor centro de exterminio de judíos europeos una vez que comenzaron las deportaciones en 1942.
De los alrededor de 1,3 millones de personas que fueron deportadas a Auschwitz, unos 1,1 millones, de los que alrededor de un millón eran judíos, se cree que perecieron allí, según los datos del Memorial y Museo Auschwitz-Birkenau. Unos 900.000 judíos fueron asesinados en las cámaras de gas inmediatamente después de llegar al campo y sus cuerpos quemados en el crematorio.
Además, alrededor de la mitad de los 400.000 prisioneros registrados en el campo perecieron en él. Separados por etnias, la cifra incluía a unos 100.000 judíos, 70.000 polacos, más de 20.000 gitanos y unos 14.000 prisioneros de guerra soviéticos, aunque también había disidentes, testigos de Jehová, homosexuales y comunistas, entre otros.
El centro de exterminio jugó un papel significativo en el plan alemán de asesinar a los judíos europeos. A finales de 1943, los trenes llegaban a Auschwitz con regularidad con judíos procedentes de todos los países europeos ocupados por Alemania, desde Noruega hasta la isla griega de Rodas, frente a Turquía.
El campo estaba compuesto por dos partes. El llamado campo Auschwitz I, donde había unos 15.000 prisioneros, y el campo de Birkenau, situado a unos tres kilómetros de Oswiecim, donde fueron asesinadas la mayoría de las víctimas. Birkenau contaba con más de 90.000 prisioneros en 1944.
Varios días antes de su liberación, los alemanes obligaron a casi 60.000 exhaustos prisioneros a marchar hacia el oeste para trasladarlos a otros campos de concentración. Se estima que entre 9.000 y 15.000 de ellos perecieron en esa marcha de la muerte. Cuando el Ejército Rojo soviético liberó el campo el 27 de enero de 1945 tan solo se encontró a unos 7.000 prisioneros.