Equilibrio amenazado

A finales de esta semana se cumple el plazo que se ha dado el presidente Trump para adoptar una decisión crucial sobre el histórico acuerdo de las potencias occidentales con Irán en materia nuclear. El Congreso y el Senado tienen que pronunciarse sobre la denuncia del acuerdo y la reanudación unilateral de las sanciones a Irán, al que Trump acusa de no cumplirlo. De esta manera se echaría por tierra uno de los pactos internacionales que más atañen a la seguridad mundial. Basado en informes propios, y sobre todo, los que le llegan de Israel, Trump considera que Irán prosigue clandestinamente su programa de desarrollo nuclear, en contra de lo que aseguran los informes de la Agencia Internacional de Energía Atómica.

El problema de fondo estriba en la profunda desconfianza que suscita el apoyo iraní al régimen sirio de Al Assad, en el contexto de la lucha por la hegemonía en oriente Medio que libran Irán y Arabia Saudita. Si, como se teme, la retirada norteamericana del acuerdo llega a producirse, supondrá la ruptura de la difícil alianza internacional lograda para que Irán suspendiera su programa nuclear, en el que Rusia participó activamente. Se teme que a partir del viernes se inicie un nuevo período de incertidumbre en los ya difíciles equilibrios internacionales, lo que además golpeará económicamente tanto a Irán como a las grandes empresas europeas que han volcado sus inversiones en el país asiático.