Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Presidente Rajoy ha comparecido hoy tras la Junta Directiva Nacional del Partido Popular para mandar un mensaje mesurado en las formas, pero muy firme en el contenido ante el desafío del referéndum ilegal en Cataluña. Rajoy ha denunciado con claridad que estamos ante una estafa a la democracia que supone un hecho novedoso, también en su gravedad, puesto que se trata de algo que no ha pasado desde que recuperamos las libertades democráticas en 1977. La huida hacia adelante que ha emprendido el Gobierno de Puigdemont en compañía de los radicales de la CUP es tan surrealista que, como ha subrayado el Presidente Rajoy, pretende liquidar hasta el derecho de la oposición a debatir en el Parlamento.
Grandes desafíos suponen respuestas inteligentes. Una respuesta que habrá de ser, en efecto, proporcional, diligente y firme. Por eso la respuesta del PSOE, con Pedro Sánchez al frente, provoca perplejidad. Pretender a estas alturas constituir una Comisión en el Congreso para marear la perdiz del estado autonómico, parece responder al interés estratégico de presentar un perfil propio ante la crisis. Sánchez se instala en la ambigüedad: dice apoyar al Gobierno frente al desafío secesionista, pero a la vez critica al propio Gobierno para sacar rédito político de la coyuntura. Obviamente se puede y se debe criticar la gestión del Gobierno en determinados puntos, se pueden plantear reformas bien pensadas para mejorar el marco constitucional. Pero no es momento para volar bajo, para el oportunismo y para mirar desde el estrecho horizonte del propio interés de partido.