línea editorial 29/1/2025
Se llama chantaje, no acuerdo
El Gobierno de Sánchez fracasó ayer en su intento de aparentar un éxito parlamentario que, en realidad, no es más que una nueva cesión al chantaje
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El Gobierno de Sánchez fracasó ayer en su intento de aparentar un éxito parlamentario que, en realidad, no es más que una nueva cesión al chantaje. Junts sigue marcando los tiempos y los contenidos de las decisiones del Gobierno Sánchez. Hace una semana, Puigdemont ordenó que sus diputados dieran un voto negativo al llamado Decreto ómnibus que el Gobierno presentó a las Cortes. Ahora Junts ha aceptado apoyar la revalorización de las pensiones, las ayudas al transporte y a los afectados por la DANA a cambio de que Sánchez siga negociando el traspaso integral a la Generalitat de competencias plenas en materia migratoria y acepte tramitar que el presidente se someta a una cuestión de confianza.
Sánchez necesita votos, dicen los de Junts, que necesitan aparentar que son una especie de gobierno en la sombra. Todo es mera apariencia. El Gobierno de Sánchez llama acuerdo a lo que no es más que un chantaje permanente, y Junts llama compromiso con Cataluña a lo que no es más que publicidad engañosa para seguir aparentado ser el gobierno de la Generalitat en la sombra. Sánchez, que de manera impostada aseguró hace unos días que no se trocearía el Decreto, está dispuesto a seguir hablando de trocear la seguridad de las fronteras españolas en materia migratoria contra lo que disponen la Constitución y la Unión Europea. Está más que demostrado que Sánchez no acepta límites, por eso hace falta que, a tiempo y a destiempo, la oposición se tome muy en serio la tarea de desenmascarar las verdaderas intenciones de un presidente que, por el momento, va a seguir residiendo en la Moncloa.