LÍNEA EDITORIAL
El presidente del Gobierno no da la cara
El Presidente del Gobierno, que tanto criticó a quien comparecía en ruedas de prensa sin preguntas, o aparecía en televisores de plasma, debería dar la cara ahora cuando él ni siquiera comparece
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lleva varias semanas escondido tras el escaparate del nuevo Ejecutivo. Hasta el momento no ha comparecido ni ante la urgencia de dar algunas explicaciones por las primeras y prematuras crisis de su equipo, ni ante la importancia de esbozar al menos algunas líneas maestras de su proyecto de Gobierno.
Sí sabemos, en cambio, que ha mantenido, fuera de los focos y de la transparencia que él siempre exigió a otros, los primeros contactos con Quim Torra y con Pablo Iglesias. Y este domingo, hemos sabido también que en la Ejecutiva Federal del Partido Socialista, que tendrá lugar hoy lunes, va a estar encima de la mesa una iniciativa para modificar la Ley de Memoria Histórica. Entre otros asuntos, vuelve la utilización política y partidista de la Historia para tratar de exhumar los restos de Franco del Valle de los Caídos. Vuelve, en realidad, la agitación propagandística e ideológica a los terrenos que ya sufrimos con el Gobierno de Zapatero, alejados totalmente de lo que en verdad interesa a los españoles, y que solo se puede explicar, otra vez, por la obsesión revisionista de un cierto sector del PSOE y por el tipo de apoyos recibidos para sacar adelante, en extrema debilidad, el nuevo Gobierno tras la moción de censura. Remover el pasado de esta manera es volver a las andadas para provocar debates artificiales y tratar de liquidar simbólicamente el Régimen constitucional del 78. Hacerlo además de esta manera es un agravante. El Presidente del Gobierno, que tanto criticó a quien comparecía en ruedas de prensa sin preguntas, o aparecía en televisores de plasma, debería dar la cara ahora cuando él ni siquiera comparece.