Recuperar el diálogo, recuperar la sociedad
Este compromiso debe ser servicial y nunca excluyente; y llevarse a cabo junto a otros actores y grupos sociales, con el bien común de la sociedad como brújula
Madrid - Publicado el
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“El diálogo, camino para la Iglesia” ha sido el lema escogido para la Semana Social clausurada ayer en Valladolid.
Como punto de partida, se advierte del peligro de las polarizaciones y desencuentros que envenenan la convivencia y diluyen las instituciones sociales.
Minada la confianza en la capacidad del ser humano de encontrar soluciones colectivas a los grandes retos, queda solo la tecnificación, la abdicación de la toma de decisiones en algoritmos manejados por organizaciones cada vez más poderosas, que presumen de conocer y saber lo que les conviene a las personas mejor que ellas mismas. Ante problemáticas históricas como esta, lo que busca la Doctrina Social de la Iglesia es, en primer lugar, reconocer y ahondar en el potencial transformador de la fe, que puede concretarse en múltiples opciones de compromiso en la vida pública.
Este compromiso debe ser servicial y nunca excluyente; y llevarse a cabo junto a otros actores y grupos sociales, con el bien común de la sociedad como brújula.
Hoy, ese diálogo, que tradicionalmente ha sido para la Doctrina Social una cuestión más bien metodológica, se ha convertido en un objetivo en sí mismo. La Semana Social de Valladolid propone volver a generar lazos sociales robustos. A veces, decía el presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, un acontecimiento dramático, como la tragedia en Valencia, nos recuerda que nos necesitamos los unos a los otros. Esa necesidad, sin embargo, está siempre ahí, es inherente al ser humano, aunque haya poderosos intereses que promuevan su olvido.