'LÍNEA EDITORIAL'
El ventilador de Granados
Francisco Granados ha buscado un golpe de efecto y ha cambiado su estrategia procesal vinculando durante su declaración ante el juez a Cristina Cifuentes con uno de los donantes de la caja B del Partido Popular
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Francisco Granados ha buscado un golpe de efecto y ha cambiado su estrategia procesal vinculando durante su declaración ante el juez a Cristina Cifuentes con uno de los donantes de la caja B del Partido Popular. En una declaración trufada de insinuaciones, incluidas algunas sobre la vida privada de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Granados ha exhibido el peor de los estilos y ha puesto a funcionar el ventilador.
Según su declaración, que no ha venido acompaña por una sola prueba, la empresa Licuas, que figura en los llamados papeles de Bárcenas, sería una empresa próxima a Cifuentes y habría participado también en supuestas campañas de refuerzo de Esperanza Aguirre. La respuesta de Cifuentes ha sido inmediata, y como ha explicado en “Herrera en COPE”, interpondrá una querella criminal para defender su honor. Viendo el horizonte judicial que le espera a Granados, esta salida de tono parece un nuevo intento de huir hacia adelante, pero no contribuye a mejorar su imagen ni a poner verdad en el caso, que es el objetivo principal del proceso judicial. Tampoco favorece al Partido Popular que, como otros partidos, necesita abrir un período sereno de regeneración. Enredarse en el lodazal de las declaraciones sin fundamento es una estrategia que puede volverse fácilmente en contra de quien la pone en práctica. Declaraciones irresponsables como la de Granados no contribuyen a la imprescindible recuperación de la imagen pública de una clase política, lastrada injustamente en España por el estigma generalizado de la corrupción.