LÍNEA EDITORIAL
¿A dónde quiere llegar Pedro Sánchez?
Arnaldo Otegi se siente seguro y confiado. Nada más y nada menos que el Gobierno de España y su presidente le han reconocido como un igual en la gestión de la política interior
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Arnaldo Otegi se siente seguro y confiado. Nada más y nada menos que el Gobierno de España y su presidente le han reconocido como un igual en la gestión de la política interior española. Por eso se permite alardear y con alevosía. Otegi afirma que el Estado español deseaba que ETA siguiera asesinando. Eso es lo que ha dicho en su comparecencia después de conocerse que el Tribunal Constitucional le ampara a él y a todos los que fueron acusados de intentar reconstruir a la ilegalizada HB por indicación de ETA. Otegi, como sus amigos de Junts y ERC, denuncia el proceder arbitrario, por razones políticas, de la judicatura española. Y lo dice porque, gracias al Constitucional, y al redactor de la sentencia que ha enmendado la plana al Tribunal Supremo, Otegi no será juzgado de nuevo por el caso Beteragune. Juan Carlos Campo, Ministro de Justicia del segundo Gobierno de Pedro Sánchez, ha sido el alma mater de un amparo que ha provocado enormes divisiones en el seno del Constitucional y que ha permitido sumar una nueva victoria al palmarés político de Arnaldo Otegi.
Conspiraciones aparte, es difícil creer que la secuencia de los hechos es fruto del azar. Quizás Sánchez no tenga otro plan que mantenerse en el Gobierno. O, quizás, en el peor de los casos, su plan vaya mucho más allá y sea cierto que aspira a refundar la democracia española alterando de manera sustancial el entramado jurídico e institucional en el que se sustenta. Si así fuera, Sánchez ha escogido a los mejores compañeros de viaje, Arnaldo Otegi entre ellos.