Línea editorial: "Candidato in extremis"
A Maduro no le importa matar de hambre al pueblo venezolano, pisotear sus derechos y libertades más esenciales o traicionar todos los acuerdos suscritos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Nicolás Maduro no quiere dejar el poder. No le importa matar de hambre al pueblo venezolano, pisotear sus derechos y libertades más esenciales o traicionar todos los acuerdos suscritos. Él y su entramado de corrupción se han establecido en Venezuela, pese a quien pese. La oposición, con todas las trampas que Maduro le tiende, tampoco está dispuesta a abandonar la carrera electoral.
María Corina Machado está inhabilitada y la oposición consiguió designar por unanimidad a una candidata alternativa. Corina Yoris era la mujer idónea porque no había manera de que el régimen le imputara causa alguna. Y, sin embargo, lo han hecho.
Maduro ha ordenado que se impida su registro, al mismo tiempo que él, y otros 9 candidatos afines al régimen, se inscribían sin problema. La oposición ha llegado al 25 de marzo sin un candidato de unidad, pero con un candidato registrado. Se trata del Gobernador del Estado de Zulia, un estado petrolero en la frontera con Colombia, que se caracteriza por su astucia y capacidad negociadora.
En las próximas horas la oposición tendrá que decidirse y aceptar como suya, o no, la candidatura de Manuel Rosales. Es verdad que no es el candidato señalado por la oposición ni participó en las primarias que eligieron a María Corina Machado, pero es el único opositor que, hoy en día, ha podido acceder al registro que le permite competir en las elecciones del próximo mes de julio.