Línea Editorial COPE: Un Año Santo para “recuperar la alegría de vivir”

“Necesitamos recuperar la alegría de vivir”. Este es el diagnóstico del Papa en la bula de convocatoria del Jubileo de 2025, que se inaugurará en la próxima Nochebuena y se clausurará el día de Reyes de 2026.

Será un tiempo fuerte en la estela de los últimos jubileos del año 2000 y de 2015, y se celebrará a poco menos de diez años de 2033, cuando se conmemorarán los 2.000 años de la muerte y Resurrección de Cristo. Este Año Santo se ofrece como contribución a la epidemia de desesperanza que recorre el planeta. Basado en la única “esperanza que no defrauda”, Francisco reta a las comunidades cristianas a ser levadura en el mundo de esa alegría contagiosa que nace en quien se descubre incondicionalmente amado por Dios.

En tiempos marcados por la guerra y la incertidumbre, el Papa anima a gestos con las personas más vulnerables, como los enfermos, los ancianos o los migrantes. Pero sobre todo invita a una mayor cercanía hacia los jóvenes. El drama de una juventud sin horizontes de vida se traduce en un invierno demográfico que amenaza la sostenibilidad de nuestras sociedades. Este derrumbe de la natalidad es ya de por sí motivo para una reflexión sobre unos estilos de vida y valores que, mientras condenan a la penuria a buena parte de la humanidad, provocan una profunda insatisfacción vital en la minoría acomodada.

Son los retos a los que Francisco anima a dar respuesta, contribuyendo a forjar “una alianza social por la esperanza” que devuelva el deseo de transmitir la vida, porque eso significará que otra vez miramos el futuro con confianza.