Línea editorial de COPE: Balance triunfalista de Pedro Sánchez
La tesis de que su política es "dialogar con todo el mundo", se topa con la realidad cuando se trata de alcanzar acuerdos de Estado con el principal partido de la oposición
Madrid - Publicado el - Actualizado
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No hay comparecencia pública de Pedro Sánchez que no se convierta en un ejercicio de autoexaltación, como ha demostrado hoy al hacer balance del año en La Moncloa.
Con una intervención cargada de triunfalismo, también cuando se ha referido a la presidencia de turno de España en la Unión Europea, Sánchez ha aprovechado para atacar al PP, al tiempo que vende sus éxitos económicos y la consistencia de sus políticas junto con el desarrollo de la agenda social, que tiene como principales destinatarios a pensionistas y a las personas y familias más vulnerables.
La tesis de que su política es “dialogar con todo el mundo, negociar hasta la extenuación”, se topa con la realidad cuando se trata de alcanzar acuerdos de Estado con el principal partido de la oposición.
Este último Consejo de ministros ha aprobado una versión limitada del escudo social, con una subida paulatina en la luz y en el gas, las ayudas en los transportes y la transformación en permanente de los impuestos a las eléctricas y a la banca, entre otras medidas. Ante el castigo permanente para los bolsillos que supone la inflación, el Gobierno, en vez de reducir el IVA y aminorar la carga fiscal para incrementar el poder adquisitivo y facilitar un mayor consumo, ha decidido seguir colocando al Estado como el actor principal de la economía, tal como demandan sus socios de gobierno.
La justa intención de hacer compatible la justicia social con el crecimiento económico sería más eficaz si quienes tuvieran que pagar la factura del modelo de bienestar del gobierno de coalición no fueran las clases medias y la iniciativa empresarial, sin las que no hay avance real en la economía, y si las generaciones futuras no tuvieran que asumir el fardo insoportable de una deuda desbocada.