Línea Editorial COPE: Galicia quiere estabilidad

El Partido Popular de Galicia ha revalidado la mayoría absoluta en las elecciones autonómicas. Los pronósticos del CIS, una vez más al servicio del Gobierno, y que hablaban de un vuelco electoral, no se han cumplido. Los gallegos han hablado alto y claro y han dicho que quieren estabilidad. El error histórico, uno más, del Partido Socialista les ha hecho hundirse, ser tercera fuerza política, con unos resultados paupérrimos, y encima han aupado al BNG, un partido radical, que en las europeas irá de la mano de Bildu y de Esquerra, y que ha crecido notablemente en los comicios gallegos. La realidad es que el PSOE ha pagado la irresponsabilidad en sus carnes.

Alfonso Rueda tiene cuatro años por delante para aprovechar la nueva mayoría absoluta del PP. Dejarse ir y enrocarse en estériles triunfalismos, sería un error mayúsculo. Galicia necesita un gobierno estable, de principios firmes y que, con una adecuada agenda reformista, aborde los cambios que siguen siendo necesarios en Galicia. Y debe hacerlo sin connivencias absurdas con el nacionalismo radical. Los gallegos ya han dicho claramente qué es lo que sucede cuando se juega un papelón como el que han interpretado los socialistas gallegos, especialmente en las últimas semanas, exhibiendo sin pudor que toda su aspiración era ser la alfombra de los nacionalistas, para a ver si así cuadraban las cuentas del “todos contra el Partido Popular”. Para el PP es momento de gobernar, con la vista puesta siempre en el bien común de los gallegos. Hay que celebrar que su triunfo sea un dique de contención para que no se repliquen en Galicia delirios como los del Gobierno Frankenstein, que tienen a España en una situación tan comprometida. Para el PSOE y, especialmente para Sánchez, es momento de hacer examen de conciencia. Ya sería una gran noticia, simplemente, que se dieran cuenta de cuánto les hace falta una seria autocrítica.