Línea editorial COPE: Mensaje desde Tierra Santa
Necesitamos levantar la mirada para ir más allá del dolor actual y ver la obra de Dios realizada
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Navidad es también ese tiempo en el que muchos retornan al hogar. Por eso es necesario que retornemos al origen, levantar la mirada y orientarla esperanzados hacia Tierra Santa, hacia el humilde pesebre de Belén, hogar primero de Jesús de Nazaret.
Echamos un vistazo a los medios de comunicación y nada pareciera en verdad invitarnos a ello. Como ha dicho en su mensaje navideño el Cardenal Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, parece que el mundo entero está viviendo un momento de gran dificultad donde prevalecen la violencia, el odio, la división y los sentimientos de venganza. En concreto, en la tierra en la que el Hijo de Dios se hizo hombre, vivimos desde el pasado 7 de octubre una escala de resentimiento y muerte, que afecta a todos, también a la pequeña comunidad cristiana de Belén.
Sin embargo, Dios viene a nosotros, se hace presente y abre nuestro corazón al encuentro con los demás, a reconocer al otro como parte importante de uno mismo. En palabras del Cardenal Pizzaballa, el estruendo de las armas no puede distraernos: es Navidad y la Navidad permanece. Necesitamos levantar la mirada para ir más allá del dolor actual y ver la obra de Dios realizada. Porque Jesús es verdaderamente este Niño que nos ha nacido, envuelto entre pañales, a la intemperie porque no había sitio en la posada; el Señor de la historia personal de cada uno de nosotros y de la historia del mundo. En esta hora, aun en medio de la angustia, debemos proclamar que nosotros creemos en Él, como un signo de esperanza cierta más fuerte que el odio, e incluso más fuerte que la muerte que la guerra nos trae.