Línea editorial de COPE: Nicaragua, la represión que no cesa
Una vez arrasada la resistencia política, Ortega ha hecho de la Iglesia católica el centro de su diana
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El régimen de Ortega y Murillo está resuelto a asfixiar a la sociedad nicaragüense y amedrentar a la ciudadanía con una persecución selectiva que dañe puntos neurálgicos del tejido social. Una vez arrasada la resistencia política que encarnaban los opositores, amordazados los periodistas y atemorizados líderes sindicales y estudiantiles, Ortega ha hecho de la Iglesia católica el centro de su diana.
El obispo Rolando Álvarez permanece encarcelado desde hace más de un año en régimen de aislamiento. En su defensa y recuerdo, monseñor Isidoro Mora rezó por él durante la celebración de una Eucaristía previa a la Navidad. Pocos días después fue detenido, junto a varios seminaristas y el Vicario de la Catedral de Matagalpa. Juan Sebastián Chamorro, uno de los políticos de oposición que fue candidato a la Presidencia de la República, es quien desde el exilio ha informado a COPE de estas detenciones. Conoce bien el funcionamiento de la dictadura nicaragüense y no duda en asegurar que, en un país aislado y olvidado, Ortega va a intensificar la represión tanto como le sea posible.
Y no solo contra la Iglesia, sino también contra quienes han formado parte de su círculo político más cercano. Ortega ha encarcelado a funcionarios del poder judicial y con ello puede haber iniciado un proceso de depuración interna que puede acabar volviéndose contra el propio líder. Quizás sea cierto, como apunta Chamorro, que Ortega está cavando su propia fosa. El problema, como siempre, es cuántos ciudadanos más van a padecer víctima de la dictadura.