Los Presupuestos Generales del Estado

Pedro Sánchez se encamina hacia un agitado curso político con demasiadas asignaturas pendientes. Una de ella es la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, la principal herramienta de la política económica del Gobierno y uno de los motores de fondo de la economía. El Ejecutivo socialista está funcionando con los Presupuestos prorrogados de 2023 al haber renunciado a presentar el proyecto de ley presupuestaria en las Cortes generales, como le obliga la Constitución. Si en la ocasión anterior Sánchez no se atrevió a llevar a la Cámara las cuentas por temor a que fueran rechazadas, ahora la incertidumbre se acrecienta por la pugna entre Junts y Esquerra, sus socios de gobierno. Junts ya hizo descarrilar por sorpresa la senda del déficit en el Congreso. Además hay que tener en cuenta que no se ha acortado la distancia que ha tomado la izquierda radical de Podemos respecto a Sumar.

La posibilidad de que el Gobierno pudiera funcionar con una añadida prórroga de los presupuesto le colocaría en un estado de mayor debilidad, máxime cuando entramos en un proceso en el que España debe adaptar las cuentas a la rebaja del déficit y de la deuda que exige el cumplimiento fiscal marcado por la Unión Europea. En 2018, cuando Sánchez estaba en la oposición, poco antes de la moción de censura, dijo que “Gobierno sin Presupuestos no puede hacer nada. Aprobarlos en su primera y principal obligación”. Entonces gobernaba Mariano Rajoy y tuvo que escuchar que Sánchez pidiera reiteradas veces elecciones anticipadas. Como Sánchez se olvida con facilidad de lo que dice, incluso en no pocas ocasiones lo niega, conviene recordárselo.