Necesitamos personas libres

Esta semana han coincidido dos nombramientos que reflejan bien que está ocurriendo en las instituciones: el de la presidenta del CGPJ y el del gobernador del Banco de España

La presidenta del CGPJ Isabel Perelló
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Redacción digital

Madrid - Publicado el

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Esta semana han coincidido dos nombramientos que reflejan bien que está ocurriendo en las instituciones: el de la presidenta del CGPJ y el del gobernador del Banco de España. Ha habido acuerdo en el CGPJ entre algunos vocales conservadores y algunos vocales progresistas para nombrar a Isabel Perelló. Es una vocal progresista, pero no le gustaba al Gobierno porque tiene criterio propio. El problema no es la ideología, sino la independencia de criterio y la independencia de las instituciones. 

Perelló ha comenzado su mandato como presidenta reclamando respeto por la independencia judicial. El respeto que no ha tenido el Gobierno con el juez Peinado en el caso de Begoña Gómez. Una falta de respeto que ha provocado las críticas de la Unión Europea. La actitud de Perelló ha sido noticia porque no se ha sometido a lo que los anglosajones llaman la tiranía de los parientes. Los políticos, los jueces, los fiscales le deben su cargo a un pariente o un compañero de partido, o al jefe del partido, y se ven obligados a hacer lo que pide el pariente. Ese sistema diabólico se rompe si aparece una persona libre, pero la libertad es cada vez más escasa.

El problema no es que Sánchez haga de Sánchez y colonice las instituciones con sus exministros. Esto es sin duda lamentable. Pero se habla poco de la otra cara de la moneda. El exministro Escrivá reducirá la independencia del Banco de España y lo acercará al Gobierno porque Sánchez lo ha nombrado. Todo hubiera sido de otro modo si se hubiera plantado y no hubiera aceptado el nombramiento. Hay demasiados jueces, fiscales, periodistas, economistas dispuestos a convertirse en parientes de quien detenta el poder.