Podemos se desinfla

El regreso de Pablo Iglesias a la política activa está acompañado de la enésima crisis en Podemos. La formación morada acaba de hacer una nueva purga en sus filas con el despido de once trabajadores afines a Errejón, por cierto, aplicando las posibilidades que ofrece la reforma laboral de Rajoy que dicen aborrecer. Desde hace tiempo es evidente que en Podemos es imposible cualquier disidencia interna. La salida de Iñigo Errejón y de su equipo, marcan el epicentro de la crisis. A esto se suma el conflicto en algunas Comunidades Autónomas como Cantabria y La Rioja, en las que se ha eliminado el resultado de las primarias. Por lo tanto, los cabezas de lista en esas Comunidades han sido elegidos a dedo, haciendo gala así de un nulo respeto a los procesos de democracia interna.

Unidos Podemos aglutinó el descontento social producido por la crisis económica de una parte de la sociedad española, pero se está convirtiendo en una caricatura de sí mismo, y parece que ya sólo aspira a ser comparsa del proyecto de Pedro Sánchez. Las ínfulas de regeneración con las que se presentó a la sociedad española escondían las formas políticas caducas de una izquierda que rinde culto al líder y que no ofrece respuestas viables a los grandes problemas de este momento. Muchos de los que acompañaban a Pablo Iglesias en Vistalegre han desaparecido ya de la foto de una formación política que se desinfla.