Madrid - Publicado el - Actualizado
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La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha confirmado en Herrera en COPE que el Gobierno, atendiendo a las solicitudes de Podemos, planea elevar la fiscalidad para las rentas superiores a los 140.000 euros. Ya cuando se produjo por primera vez el anuncio, los expertos dejaron claro que la recaudación que se iba a obtener por esta modificación era escasa. Se trata de una cuestión ideológica, simbólica, más que una cuestión de política fiscal.
En sus declaraciones la ministra ha asegurado también que el aumento del gasto público que tiene previsto el Gobierno se compensará con el crecimiento económico porque estamos en fase expansiva. Son llamativas estas palabras porque la ministra de economía, Nadia Calviño, sostenía que el aumento de déficit había que pagarlo con un incremento de impuestos. Los mensajes de la ministra de Hacienda y de Economía no coinciden: para una el crecimiento y lo que se recauda es suficiente, para la otra no.
La ministra de Hacienda parece no tener en cuenta los síntomas de desaceleración que se han manifestado en los últimos meses. Todo indica que ya no crecemos al 3% y, en este contexto, una subida de impuestos y un incremento del gasto no son nada convenientes. El Gobierno, que ha dado muestras de una falta de coordinación evidente y que se ocupa de cuestiones puramente simbólicas, debe encarar un nuevo contexto económico nacional e internacional con decisiones racionales y eficaces.