El Ayuntamiento dice que todos los vecinos de la calle Toledo dormirán esta noche en sus casas
Una semana después de la explosión de gas en el 98 de la calle Toledo, la quinta y sexta planta ya han sido demolidas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Cuando se cumplen siete días del aciago miércoles 20 de enero, día marcado en el calendario por la violenta explosión de gas en pleno corazón de la capital que acabó con la vida de cuatro personas, el Ayuntamiento de Madrid ha concluido el desmontaje controlado de las dos plantas superiores, las más dañadas, del 98 de la calle Toledo. Fueron muchos los vecinos de los edificios colindantes y próximos que hubieron de ser desalojados tras quedar sus viviendas gravemente afectadas por la onda expansiva de la explosión que incluso llegó a enviar un pomo de una puerta del contiguo colegio Lasalle a la Gran Vía de San Francisco, a más de cien metros, sorteando edificios de ocho plantas.
El delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes, ha asegurado que todos los vecinos ya podrán dormir esta noche en sus hogares, incluidas las viviendas más dañadas, en el número 102 de la calle Toledo. Pese a ello, los trabajos continuarán una semana más para recoger los múltiples escombros generados y que así no haya un sobrepeso que dañe aún más la estructura del 98 de lo que queda en pie, desde el forjado del quinto piso.
“Las obras de adecuación del número 102 ya se han terminado, por lo que a lo largo del día se dará el permiso para que vuelvan los vecinos. Se han realizado los trabajos de tapado de huecos y refuerzo estructural de la cubierta para que las dieciséis personas de ocho viviendas alojadas en un hotel puedan dormir en sus casas. Asimismo, hoy se repondrá el suministro de gas tanto en este inmueble como en el número 94 de la calle Toledo que había quedado cortado.
Pese a las palabras tranquilizadoras del delegado Fuentes, algunos vecinos ponen en duda que puedan regresar ya para pasar esta noche en sus domicilios. Reconocen que los operarios municipales han tapado los huecos causados en sus viviendas por la explosión y han recogido los escombros del interior de sus hogares pero niegan que el Ayuntamiento les haya dado luz verde de habitabilidad para volver a unas casas que aparecen muy dañadas, como puede apreciarse en el video grabado por Lola López-Bravo en el salón de su casa, donde se encontraba comiendo junto a su hijo de 6 años hace una semana, en el momento de la deflagración.
Así las cosas, pasado mañana viernes se celebrará una reunión entre el Ayuntamiento y los propietarios del inmueble, que albergaba el centro parroquial de la iglesia de la Virgen de la Paloma, para que sean ellos los que decidan qué hacer con el bloque, si tirarlo abajo por completo o mantener en pie algunas plantas inferiores para la restauración del resto.
Quienes todavía no podrán regresar a sus aulas, al menos en dos semanas, son los más de doscientos alumnos del colegio Lasalle, contiguo al edificio siniestrado.
“Nos queda retirar los escombros acumulados en el patio del colegio y garantizar su seguridad, pero nos hemos puesto en contacto con la directora, para que a partir del 8 de febrero, los niños puedan volver a su colegio”, ha asegurado el delegado Fuentes.