Arranca la carrera de los avales en el PSOE, con Susana Díaz tratando de ganar la batalla
Madrid - Publicado el - Actualizado
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A un mes de la votación que decidirá quién es el nuevo líder del PSOE, este jueves comienza el periodo de recogida de avales para los tres precandidatos, Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López, con el reto de la presidenta andaluza de superar las 41.338 firmas que consiguió Sánchez en junio de 2014.
En aquellas primarias -que éste ganó con el 48,6% de los votos, frente al 36,19% de Eduardo Madina y el 15,12% de José Antonio Pérez Tapias- el entonces diputado madrileño anticipó así la fortaleza de su candidatura frente a la de Madina, al que avalaron 25.238 afiliados, y la del representante en ese momento de Izquierda Socialista José Antonio Pérez Tapias, que obtuvo 9.912 firmas.
Pedro Sánchez, que superó en avales al resto de candidatos en doce de las diecisiete comunidades autónomas, fue apoyado especialmente en Andalucía, donde recabó un tercio del total gracias a la que hoy es su principal rival.
Tres años después, Díaz aspira a que sea la suya la candidatura que parta como clara favorita cuando empiece la campaña oficial.
Para lograrlo cuenta con el llamado "aparato" o estructura dirigente del partido, que mayoritariamente la respalda en los distintos niveles.
La propia Susana Díaz ha admitido en los últimos días que da un "valor enorme a los avales" y ella misma se lo transmite a los militantes en sus actos.
"Yo quiero que respondáis por mí, que me ayudéis, que me avaléis", les dijo este martes a los 600 afiliados que reunió en la ciudad madrileña de Alcalá de Henares.
Está por ver, sin embargo, que la influencia de los aparatos territoriales sea la deseada por los 'susanistas', no ya solo a la hora de recoger avales, sino también de inclinar la balanza de los votos.
Desde la candidatura de Pedro Sánchez su equipo admite que Díaz puede ganarle en avales, pero creen que eso no impedirá que él venza en votos, como ocurrió en las primarias de 1998, en las que el entonces candidato del aparato, Joaquín Almunia, ganó claramente en avales a Josep Borrell, pero después éste se impuso en la votación.