¿Cómo han sido las relaciones entre los presidentes del Gobierno y los de la Generalitat?
Con motivo de la reunión del pasado lunes entre Pedro Sánchez y Quim Torra, repasamos como han sido los encuentros entre anteriores presidentes a lo largo de nuestra democracia
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Todo comenzó con la relación entre Adolfo Suarez y Josep Tarradellas en plena Transición. Uno de los principales momentos, fue el Pacto Suárez-Tarradellas. Este hecho permitía que el Gobierno de Suárez reconociera la Generalitat y nombrara Presidente provisional de la Generalitat a Josep Tarradellas. Con todo ello, comenzó uno de los periodos más largos de autogobierno en Cataluña y que se empezó a truncar con el referéndum ilegal del 1 de octubre del pasado año.
Jordi Pujol y su relación con Calvo Sotelo, Felipe González, Aznar y Zapatero
Jordi Pujol fue uno de los presidentes que más tiempo estuvo al frente de la Generalitat. Su relación con el primer presidente de la democracia fue cordial, siempre ha agradecido que permitiese el regreso de Tarradellas a Cataluña y la restauración de la Generalitat. En el funeral de Suárez, Pujol reconoció que Adolfo Suárez era un hombre “humanamente atractivo” y que tuvo actitudes valientes, aunque también cometió algunos errores como todo ser humano.
La relación de Pujol con Calvo Sotelo fue, como la legislatura de este último, breve. Pero hubo cierta tensión en 1981 por los acuerdos autonómicos. Pujol reconocía no que no le gustaban estos convenios autonómicos. Calvo Sotelo, en una reunión en Madrid, aseguró que no iban a tener ningún efecto negativo sobre Cataluña.
Tras una relación solamente cordial con Adolfo Suárez y Calvo Sotelo, la llegada a Moncloa de Felipe González fue una buena noticia para Jordi Pujol. Desde el ascenso de González al poder, Gobierno y Generalitat mantuvieron una relación directa para abordar los problemas derivados del desarrollo autonómico de Cataluña, el problema de las cofradías de pescadores y el comienzo del desarrollo estatutario.
Con la llegada de Aznar al gobierno, las relaciones con la Generalitat se mantuvieron cordiales. Durante los ocho años del primer gobierno popular en España, se realizaron medidas como el Pacto del Majestic, que no llegó a cumplirse, la cesión del 33% del IRPF para las comunidades autonómas, la transferencia de las competencias de tráfico, la supresión del servicio militar obligatorio y el aumento de inversiones en Cataluña. En muchas ocasiones se ha criticado a José María Aznar porque algunas de sus medidas favorecían al nacionalismo.
Con José Luis Rodríguez Zapatero todo cambió. Jordi Pujol reconoció en diversas entrevistas que las relaciones con España eran peores que nunca. Pujol aseguraba que el crecimiento de todas las Comunidades Autonómas se producía por el trabajo de España y que Zapatero no tenía la personalidad de otros presidentes, como Suárez, para crear grandes pactos entre España y Cataluña.
Fin de la era Pujol
José Montilla condicionó la relación con Moncloa al cumplimiento del estatuto y pidió a Zapatero que, si querían seguir teniendo una buena relación con Cataluña, lo respetara. Ese estatuto se empezó a elaborar de forma muy estrecha con Artur Mas y tendieron muchos puentes que más tarde se rompieron.
Con la llegada de Rajoy a Moncloa, las relaciones se deterioraron mucho. Sobre todo con el pacto fiscal que reclamaba Mas. Moncloa no lo apoyó y Mas señaló que: “Nuestro apoyo al Gobierno tiene fecha de caducidad”
La retirada de Mas y la llegada de Puigdemont a la presidencia de la Generalitat terminaron por destruir las relaciones. El único momento en el que se les vio juntos fue en la rueda de prensa después de los atentados de Las Ramblas. A partir de ahí, se produjo el referéndum ilegal del 1 de octubre, la proclamación de la república, las fugas de Cataluña y el encarcelamiento de exconsellers.
La relación de Rajoy con Quim Torra fue totalmente nula, el presidente de la Generalitat se negó a negociar con el entonces Presidente del Gobierno, hasta la llegada de Pedro Sánchez a Moncloa.