El consumo de legumbres disminuye un 74%
Las alubias, los guisantes, las lentejas o los garbanzos han pasado de ocupar cuatro platos semanales a solo uno en cinco décadas
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Los hábitos alimentarios característicos de la dieta mediterránea no se pueden entender sin la abundancia de alimentos vegetales como las legumbres y, sin embargo, desde los años 60 hasta la actualidad se ha producido una disminución del 74 por ciento en el consumo de estas, según el presidente de la Fundación Española de Nutrición (FEN), el doctor Gregorio Varela Moreiras, quien ha presentado el Informe sobre Legumbres, Nutrición y Salud este martes 4 de abril en Madrid.
Así, el doctor ha calificado esta cifra como "realmente dramática", pues, a pesar de que se recomienda tomar al menos dos raciones de legumbres a la semana, según el Panel de Consumo Alimentario (PCA), el consumo por grupos de edad es el siguiente (por persona y día): 12,2 gramos en los niños, 12,1 en los adolescentes y 13,4 en los adultos, siendo mayor a medida que aumenta la edad, pues este consumo es de 15,2 gramos en el caso de las personas mayores, según el Estudio Anibes realizado por la FEN en 2017. Estas cifras son significativas si las comparamos con las de los años 60, cuando se consumían 41 gramos de legumbres por persona y día, según el informe.
Los garbanzos, las alubias y las lentejas son las legumbres que más se comen en España; pero su consumo cae en picado y se limita a tres kilos por habitante y año, frente a los seis kilos de media mundial de legumbres. Esto refleja en la dieta de los españoles menos almidones, menos fibra y menos minerales y vitaminas.
El consumo de legumbres ha caído un 74 por ciento en el último medio siglo y según Gregorio Valera presidente de la Federación Española de Nutrión es preciso recuperar parte del terreno perdido por este alimento alto en proteínas y bajo en grasa.
Para que este consumo no siga disminuyendo, los expertos recomiendan utilizar las legumbres en ensaladas y en cremas además de en los tradicionales platos de cuchara. Es especialmente grave el descenso registrado en las últimas décadas en Andalucía y Canarias y mejor la evolución de otras comunidades como Aragón, Asturias o País Vasco.