Empieza la cuenta atrás hacia unas nuevas elecciones en Cataluña
Si se confirma la investidura fallida de Jordi Turull, el reloj empezará a correr. Si no se elige un presidente de la Generalitat en los próximos dos meses, el Parlament se disolverá y se convocarían automáticamente nuevas elecciones
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Si se confirma la investidura fallida de Jordi Turull, el próximo sábado 24 se podría celebrar una nueva votación, siempre que el candidato a la presidencia así lo pida. En ella, Turull no necesitaría ya una mayoría absoluta, es decir, 68 apoyos, sino que bastaría con que el número de votos a favor fuera superior al número de votos en contra.
Hay tres escenarios que permitirían que Turull fuera investido el sábado:
-Que la CUP variase su voto del jueves y votara a favor del candidato.
-Que los diputados fugados Carles Puigdemont y Toni Comín renunciaran a su acta de diputados.
-Que otro de los grupos, además de la CUP, decidiera abstenerse.
En el caso de que esa segunda votación tampoco acabara con la investidura de Turull o de que no se celebrase, los grupos parlamentarios tendrían dos meses para buscar un nuevo candidato y proponérselo al presidente de la cámara, Roger Torrent. Durante esos dos meses, se podrían celebrar todos los plenos de votación que Torrent considere oportuno.
Si el 22 de mayo no se ha elegido un nuevo Presidente de la Generalitat, el Parlamento de Cataluña quedaría automáticamente disuelto y se convocarían unas nuevas elecciones autonómicas catalanas. Según la Ley Orgánica del Régimen Electoral General esos comicios se celebrarían 54 días después del decreto de convocatoria. Por lo tanto, el domingo 15 julio los catalanes volverían a estar llamados a las urnas. Serían las cuartas elecciones autonómicas en Cataluña en los últimos 6 años. Las séptima vez que los catalanes votan en ese periodo si se cuentan las elecciones municipales de 2015 y las elecciones generales de 2015 y 2016.