El truco de la nutricionista Beatriz Robles para fijarnos en la etiqueta de los alimentos: "Desconfía"

Solo 5 de cada 10 españoles mira siempre la etiqueta de los alimentos antes de comprar

Sefi García

Publicado el - Actualizado

5 min lectura

5 de cada 10 españoles mira siempre la etiqueta de los alimentos antes de comprar, una práctica cada vez más habitual. Las mujeres son quienes más se fijan, sobre todo en los ingredientes, por encima de las propiedades nutricionales. Entender el etiquetado no es fácil y las aplicaciones de móvil para comprobar si los ingredientes son sanos, no son tan fiables como podemos pensar. Te damos las claves para que sepas como interpretar el etiquetado de los productos.

En 1850, Ludwing Feuerbach, un filósofo y antropólogo alemán, escribió “Somos lo que comemos”. La frase está cobrando mucha relevancia siglo y medio después, en estos tiempos de Real Food, de culto al cuerpo, de empeño por llevar una vida sana en contraposición al estrés diario que nos lleva a comer rápido y lo que encontramos.

Tanto es así que según el VI estudio sobre salud y estilo de vida realizado por Aegón ha determinado que el 40% de los españoles considera que las propiedades de los alimentos afectan a su decisión de comprarlos y son cinco puntos y medio sobre el año pasado. Cinco de cada 10 además se para a mirar los ingredientes y la composición de los alimentos para decidir meterlos en su cesta de la compra o no.

Yolanda se preocupa mucho por los productos que van a su cesta de la compra y procura buscar alimentos saludables, por eso “sí me flijo en las etiquetas y me interesa saber sobre todo el alto contenido en grasa, azúcar, sal... pero las etiquetas no te ayudan mucho. Así que tengo una aplicación en el móvil que me ayuda a conocer cuáles son los alimentos más sanos”.

Pero saber donde mirar y entender esas etiquetas no es nada fácil, y no solo porque la letra suele ser muy pequeñita. La nutricionista Beatriz Robles nos ha ayudado a saber donde mirar y en qué fijarnos.

¿Dónde aparece la lista de ingredientes y como tengo que interpretarla?

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es donde mirar. “La denominación de venta del producto, no es el nombre llamativo que aparece en el frontal, sino el nombre pequeñito que aparece justo delante de la lista de ingredientes-advierte Robles-porque ese es el nombre jurídico o descriptivo que nos está hablando de qué es ese alimento. No es lo mismo algo que parece un queso que si le damos la vuelta y vemos que es un sucedáneo lácteo a base de grasa vegetal. Tenemos que fijarnos en esa denominación de venta para saber lo que compramos”.

Ya sabemos dónde mirar. El siguiente paso es interpretar la lista de ingredientes. “Está estructurada de mantera que los primeros son los que aparecen en mayor cantidad en relación con el peso del producto. Está ordenada de mayor a menor peso según la receta. Por ejemplo: si compramos un chocolate y el primer ingrediente es el azúcar, estaremos comprando fundamentalmente azúcar y no cacao”.

En tercer lugar, tenemos que comprobar también si nos suenan esos ingredientes, “si son de los que compramos o tenemos por casa-explica la nutricionista- aunque no debemos preocuparnos excesivamente por los aditivos del los productos. Es cierto que si tiene un número importante de aditivos, especialmente para mejorar el sabor o el aspecto del producto, como colorantes o potenciadores del sabor, es un testigo de que ese alimento no es recomendable, pero no es por los aditivos, es por el producto que probablemente será ultrapocesado. En cambio, puede haber aditivos, como los conservantes, absolutamente necesarios en alimentos como legumbres cocidas, y el alimento en su conjunto es perfectamente válido, y veremos que el resto de ingredientes son de los que tenemos nosotros en casa como legumbres aguas y sal”.

Beatriz Robles nos da otro truco para ponernos en alerta. Desconfía "si un alimento tiene muchos reclamos, tiene un envase muy llamativo, muy cuidado, con muchos mensajes de marketing, con muchos colores... Es probablemente una señal de que estamos ante un alimento insano, o ultraprocesado que debería hacernos frenar antes de meterlo en la lista de la compra”.

Los alimentos ultraprocesados, ¿qué son y por qué son tan peligrosos?

¿Son fiables las aplicaciones para el móvil?

Yuka, ElCoCo, May Real Food... son algunas aplicaciones que podemos descargarnos en el móvil para escanear la etiqueta de los alimentos y así comprobar si los ingredientes son más o menos saludables. Sin embargo, la nutricionista nos advierte que “no podemos decir en general que sean una fuente fiable porque cada una tiene criterios muy distintos y no siempre con base científica. Algunas penalizan que el alimento no sea ecológico,o que llevan adictivos.

Beberíamos tratar de encontrar aquellas aplicaciones que tengan criterios basados en la ciencia, por ejemplo criterios basados en el grado de procesamiento de los productos, o en los de la OMS. En muchos casos estos algoritmos no son nada transparentes y tienen una corrección manual, es decir, si hay un producto que sale bien o mal clasificado y el creador del algoritmo cree que no debería ser así, lo que hace es manipular, cambiar esa nota final de forma manual, con lo cual son criterios opacos y deberíamos optar por aquellas que tienen criterios más transparentes y que si nosotros los fuésemos aplicando llegaríamos exactamente a la misma calificación, sin corrección ninguna”.

Etiqueta del pescado

Etiqueta del pescado (CORDON PRESS)

Cuanto más corta la etiqueta, mejor

La Unión Europea es un espacio alimentario seguro, no hay elementos insanos o peligrosos para la salud. Otra cosa “es que sean saludables, recalca la nutricionista- y eso es en lo que tenemos que fijarnos. En el alimento en su conjunto. Si compramos materias primas o alimentos poco procesados es muy probablemente que estemos haciendo una buena elección alimentaria.

Los alimentos más saludables son los que no llevan etiquetas o los que llevan más sencillas. Hablamos de "frutas, verduras, leche, legumbres, frutos secos, semillas... esos son los alimentos en los que tendríamos que basar la alimentación, y evitar los alimentos que por definición son insanos, como los ultraprocesados o los procesados que sabemos que no convienen a nuestra salud, por ejemplo las carnes procesadas”.