¿Por qué las nutrias se sujetan de las manos mientras duermen?

Este es un comportamiento que demuestra la inteligencia que poseen para sobrevivir

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La nutria es un animal que desprende ternura por su apariencia. Posee un pelaje impermeable que les permite conservar el calor de su cuerpo y son, además, excelentes nadadoras. Pueden permanecer bajo el agua hasta seis minutos sin salir a la superficie para respirar. Además, se caracterizan por desplazarse a gran velocidad, llegando a alcanzar hasta los 12 km/h a pesar de su tamaño. Cuando llega la hora de dormir, se agarran de la mano y hay un motivo concreto y particular.

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Cuando no duermen o están limpiándose, según informa el portal muhimu, se pasan un tiempo considerable en el agua y se agarran las manos para que la corriente del agua no los arrastre separándoles del grupo. Así, se aseguran que van a estar siempre en compañía. Un ejemplo de la inteligencia que poseen ya que, junto a los delfines y los humanos, utilizan objetos en forma de herramientas. Las nutrias llegan a coger piedras para colocárselas sobre sus estómagos y golpear los moluscos para alimentarse.

Sea como fuere, este comportamiento de las nutrias se hizo viral en 2007 gracias a un visitante de un acuario de Vancouver (Canadá) que compartía un vídeo en Youtube en el que se veían a dos de estos animales agarrados de las manos. Las nutrias pueden llegar a vivir hasta los 25 años, se caracterizan por ser sociables y suelen nadar de espaldas. Solamente se alimentan cuando están flotando en el agua. El embarazo, asimismo, dura entre 5 y 8 meses y tienen un cachorro cada año.

Las nutrias dieron una auténtica sorpresa en Cataluña. En esta autonomía, se hizo público en finales de 2020 unas imágenes de una familia de las nutrias en la cuenca del río Besós. Que se encontrase una pequeña población de estos mamíferos permitía, según los investigadores, "un cierto grado de optimismo respecto a su evolución futura". Ahora bien, concretaban que, para que continúe en la cuenca del Besòs, había que trabajar y mejorar su hábitat, que todavía se encuentra "visiblemente castigado". Las imágenes se captaban a través de cámaras de fototrampeo, una técnica poco invasiva para los animales.

Es por ello que apostaban por seguir trabajando en la mejora de la estructura de su hábitat, "que hoy en día todavía se encuentra visiblemente castigada en la mayoría de tramos de la cuenca", y abogan por dejar más espacio en el ecosistema fluvial y evitar recaer en actuaciones de limpieza de vegetación del cauce generalizadas.

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