"Si me duermo, 30 personas morirán": el argentino que salvó vidas con falsificaciones en la II Guerra Mundial

Es considerado uno de los héroes de la Resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial. La historia del fotógrafo francés Adolfo Kaminsky, si bien para muchos ha pasado desapercibida a lo largo de los años, es uno de esos relatos que siempre es necesario recuperar para concoer la valentía de todos aquellos que desempeñaron un papel primordial durante la guerra. Eso sí, desde la sombra.

Fue tal su dedicación que trabajó durante día y noche, sin apenas dormir, hasta que finalmente cayó desvanecido. Su hija Sarah recoge en la la biografía dedicada a su padre, 'Adolfo Kaminsky, una vida de falsificador', cómo su mayor obesión era la de "mantenerse despierto". "El mayor tiempo posible. Luchar contra el sueño. El cálculo es simple. En una hora puedo fabricar 30 documentos vírgenes. Si duermo una hora, treinta personas morirán", escribó Sarah.

¿Pero cómo lo hizo? ¿Cómo consiguió este fotógrafo frances de orígen judio-argentino salvar tantas vidas? En la Francia ocupada por los nazis, y en como cualquier otro territorio donde hubiera presencia alemana, los papeles estaban escritos con plumas con tinta Waterman azul, la cual no podía borrarse de ninguna forma. ¿Qué significaba aquello? Que cualquier documento donde quedara constancia del origen judío de cualqueir ciudadano, prácticamente les condenadaba a un campo de exterminio.

Su inclusión en 'La Sexta'

No podía, a prior borrarse, pero sí había ciertas fórmulas químicas que, precisamente, conocía el joven argentino. Por aquel entonces tenía solo 18 años. Con el uso de solo un poco de ácido láctico, se podía borar aquella tinta. Y con ello el nombre y el origen de muchos judíos, permitiendo así salvar sus vidas. Sus conocimientos en química le hicieron un hueco en una célula clandestina dentro de la Resistencia francesa llamada la "Sexta".

El joven argentino falsificaba todo tipo de documentos: pasaportes, partidas de naciomiento, carnés de identidad e incluso salvoconductos. Una larga lista de papeles que consiguió salvar la vida de miles de personas gracias a su talento. A él le salvó, precisamnete, su procedencia argentina. Fue tal su actividad que incluso llegó a perder la visión de uno de sus ojos. Durante todos aquellos años, se cree que llegó a enviar documentos flsificados a quince países distintos. No fue hasta 1971 cuando decidió decir adiós a aquella vida clandestina. Su vida privada, no obstante, vio cómo quedó afectada.

Su labor a la sombra le costó su matrimonio y estuvo años sin poder ver prácticamente a sus dos hijos. Pese a ello, Kaminsky pasaría a la historia por salvar miles de vidas durante la II Guerra Mundial. El fotógrafo francés falleció hace solo unas semanas, el pasado 10 de enero del año 2023, cuando tenía 97 años, tal y como comunicó su hija a la AFP.