El secreto de la nieta negra de Felipe IV, al descubierto: la historia de María Teresa y su esclavo pigmeo

La hija de de Felipe IV vivió un matrimonio marcado por la soledad y la indiferencia de su marido, el Rey Luis XIV, motivo por el que pudo escudarse en el joven pigmeo

El secreto de la nieta negra de Felipe IV, al descubierto: la historia de María Teresa y su esclavo pigmeo

Patricia Blázquez Serna

Publicado el - Actualizado

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Se cree que el monarca Felipe IV tuvo más de cuarenta hijos fuera de sus dos matrimonios oficiales y tan solo dos llegaron a adultos: uno de ellos fue Baltasar Carlos, que juró como heredero antes de fallecer a causa de la viruela, y María Teresa de Austria, que fue Reina consorte del Rey Luis XIV de Francia.

No se trata de una figura destacable en la historia pero sí es cierto que su relevancia política llegó por ser la mujer del “Rey Sol”. Contrajeron matrimonio el 9 de junio de 1660. En un primer momento, la princesa María Teresa se enamoró profundamente de su futuro marido. Él, sin embargo, respondió con cierta indiferencia. Una actitud que perduró durante todos los años de matrimonio.

El carácter frío de de María Teresa hizo que el rey francés se abandonara a un sinfín de amantes. Así fue como, en medio de un halo de soledad, María Teresa de Austria quedó marginada en la corte. De esta forma, la Reina se hizo con la compañía de un joven pigmeo negro que le sirvió para entretenerse, pero más especialmente, para aliviar aquella profunda soledad en la que se había hundido.

El secreto de la nieta negra de Felipe IV, al descubierto: la historia de María Teresa y su esclavo pigmeo

Ceremonia de casamiento entre María Teresa de Austria y Luis XIV, el "Rey Sol"

El joven pigmeo que acompañó a la Reina en sus momentos de soledad

El rey francés solo quería tomar a su esposa para cumplir una sola misión: darle hijos. Hundida en la soledad y el aislamiento, María Teresa tomó compañía del pigmeo. Fue obra del Duque Beaufort, almirante de la Marina, quien trajo aquel esclavo de una de sus expediciones. Aquel esclavo, al parecer, recibió el nombre de “Nabo” y María Teresa lo integró en su círculo de confianza.

María Teresa no era fruto de devoción de la Familia Real Francesa. Ni Luis XIV ni su madre, Ana de Austria, encontraron especial la figura de María Teresa. De hecho, ni siquiera sabía hablar español y fue la madre del “Rey Sol” quien servía como intérprete hasta que falleció el 20 de enero de 1666. Ese mismo año también falleció “Nabo” sin que se conocieran las causas del fallecimiento.

Lo que podría haber sido un episodio curioso en la vida de María Teresa, terminó por trascender cuando se quedó embarazada y dio a luz a una niña con rasgos oscuros y varias malformaciones, que tan solo vivió cuarenta días. Tiempo más que suficiente para que muchos comenzaran a elaborar teorías sobre el origen de aquella niña.

Muchos historiadores descartan la posibilidad de que hubiera mantenido relaciones extramatrimoniales con “Nabo”, ya que su personalidad puritana no se lo habría permitido. También se descarta que el pigmeo hubiera podido obligar a la Reina a mantener cualquier tipo de relación, pues se trataba de un niño de corta edad, así como estatura.

El secreto de la nieta negra de Felipe IV, al descubierto: la historia de María Teresa y su esclavo pigmeo

María Teresa de Austria pintada por Diego Velázquez.

Se cree que tal vez la pigmentación de la piel de la niña podría estar debida a una cianosis, es decir, la presencia de diversos pigmentos anómalos en la hemoglobina. Otra de las hipótesis que se barajan es la de los genes de la casa italiana de los Médici, donde varios mostraron rasgos oscuros. Unos genes que portaba el propio Rey francés.

La abuela del primer Borbón de España

La vida de María Teresa transcurrió sin ser especialmente emocionante. Su influencia política fue más bien discreta. Salvo por una breve regencia en el año 1672. Su único papel en la vida de Luis XIV fue el de darle hijos. Todos fallecieron por diversas enfermedades, salvo uno: Luis de Francia, conocido como el “Gran Delfín”.

María Teresa falleció a los 44 años a causa de una devastadora enfermedad que acabó con su vida en el año 1683. Lo que la Reina no supo nunca es que su hijo Luis se convertiría en el padre de Felipe V. Es decir, ella sería la abuela del primer rey Borbón de España.

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