La enternecedora lección de un niño con autismo a sus compañeros de clase
Rumari, alumno de quinto de primaria en un colegio de California, explicó al resto de la clase en qué se diferenciaban y les pidió que “no le juzgaran”
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Durante una simple clase de quinto de primaria en California, Estados Unidos, una profesora decidió realizar una clase especial de concienciación con uno de cada 59 niños en el país que sufren Transtorno del Espectro Autista (TEA). Uno de ellos es Rumari, un alumno de esa escuela de Chino Valley (un distrito situado a casi 60 kilómetros de Los Ángeles, en California).
Rumari quiso explicarles a todos sus compañeros de clase en qué consistía el TEA. Su acción (y las reacciones tan positivas del resto de estudiantes) no han tardado en hacerse virales a través de una serie de vídeos que subió su profesora --Lisa Moe-- con permiso de los padres de Rumari a su perfil de Instagram.
"Se había pedido a cada clase que sus estudiantes decorasen una pieza de puzzle de papel y que la colgasen en la puerta de la clase. Cuando repartí las piezas del puzzle, la mayor parte de mis estudiantes tenían una idea de qué era el autismo y de por qué estábamos decorando las piezas. Lo que no sabían es que el TEA estaba presente en nuestra clase en uno de nuestros compañeros, Rumari", afirma Moe.
El niño pidió a la profesora intervenir ante el resto de estudiantes y procedió a exponer en qué consistía el TEA. Habló con sus compañeros sobre las pequeñas diferencias que tenía con respecto al resto de niños y concluyó pidiéndoles que "no juzgaran" a las personas que tienen autismo y que "les hicieran sentir como personas". "Rumari se ha enfrentado a retos y a barreras más allá de lo que cualquiera de nosotros será jamás capaz de entender", continúa Moe en el 'post'. "Sin embargo, Rumari se enfrentó hoy a la clase lleno de confianza en sí mismo, entusiasmo y valentía y nos mostró que no hay ningún reto ni ninguna barrera que pueda pararle", añade.
El niño procedió a resolver las dudas que sus compañeros pudiesen tener, que en su gran mayoría se centraron en preguntar si podían darle un abrazo. Una de las estudiantes pidió la palabra para destacar que "no importa lo que alguien haga, o si a lo mejor parece extraño": "¡Está bien! Son así. No importa. Simplemente, son como son".
La profesora, que confiesa en su perfil que no pudo contener las lágrimas ante la escena, estuvo especialmente orgullosa de que el niño hubiese personificado dos de las grandes lecciones en las que más insiste durante sus clases: "Sé amable" y creer en uno mismo pensando "Sí, yo puedo". "Si hubiera algún momento en el que no pudiera volver a enseñar o si alguna vez cuestionara el camino que me ha llevado a ser educadora, este momento solidificó mi determinación", finaliza Moe.
Las reacciones con las que suelen lidiar los niños y adolescentes autistas suelen ser diferentes a las de los compañeros de Rumari. Casi dos tercios de niños entre 6 y 15 años han sufrido algún tipo de acoso escolar en EEUU, según la organización de concienciación sobre el autismo 'Autism speaks'.