La estrategia de las empresas para acabar con el paro de un alto porcentaje de españoles: “Talento”
Una praxis que va mucho más allá que lo económico
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El 66% de los parados mayores de 50 años son de larga duración, y 3 de cada 4 creen que no van a volver al mercado laboral. Suponen algo más del 30% de los desempleados de nuestro país. España, junto con Italia, es el país europeo con mayor tasa de paro entre los 55 y los 69 años. Los mayores de 45 años son más de la mitad de los parados del país, se han quedado fuera de la recuperación tras la pandemia. La tendencia está cambiando.
El 35% de las empresas españolas han recurrido a personas mayores de 43 años en el último año para cubrir sus necesidades laborales, según un informe elaborado por ManpowerGroup. Lo han hecho ante la dificultad de encontrar los perfiles que necesitan. En el mismo informe señalan que un tercio de estas personas estaban desempleadas por cuidado de familiares; algo menos tuvieron trayectorias no lineales o diversos cambios de carrera, y un 27% eran desempleados de larga duración.
Pilar Llácer es un ejemplo clarísimo. Esta experta en recursos humanos acaba de ser nombrada Directora de personas en LLYC. Confirma que la contratación de senior está en auge porque “no solo tienen la experiencia, tienen sobre todo mayor compromiso con las organizaciones. Va a estar comprometido 100%, con una organización, y tendrá menos rotación que un trabajador joven”.
Eso sí “es fundamental que estén inmersos en toda la transformación digital y en la tecnología que implica ya cualquier puesto de trabajo, pero igual que los trabajadores junior. Los seniors- asegura-aportan la experiencia, y también una serie de habilidades, como es saber trabajar en equipo, la toma de decisiones, que son muy útiles para las empresas”.
Todavía queda un largo camino por recorrer, porque el paro en estos tramos de edad “sigue siendo muy alto y discriminatorio”, asegura Manel Fernández Jaria, experto en recursos humanos, profesor universitario y formador de directivos.
Otro estudio de Ranstand señala que el 33% de estos parados mayores tienen formación universitaria, y 8 de cada 10 han realizado cursos de actualización, la mayoría al menos uno al año. Pero sí detecta un inteligente cambio de mirada en muchas empresas.
“El envejecimiento de una sociedad lleva a cambios significativos en las dinámicas demográficas y también plantean oportunidades y desafíos para las empresas -reflexiona- Yo creo que están mirando a los seniors porque tienen dificultades para cubrir todo el talento que necesitan. Y finalmente se han dado cuenta de que hay 15,5 millones de personas mayores de 55 años que pueden convertirse en un lastre a nivel social porque están desahuciados de todo, o pueden ser un motor para las empresas, para la economía y la sociedad. Si las empresas tienen dificultades en algunos sectores para cubrir vacantes, en un futuro se agravará. Cambiar la mirada y ver ese colectivo que puede ser parte de la solución es una excelente estrategia madura para las empresas y los estados”
Los seniors pueden aportar mucho al funcionamiento de las organizaciones y las empresas. “Hay que ver en qué sectores necesitamos apoyarnos en estos colectivos, y ver como pueden aportar valor. Si las empresas establecen políticas de apoyo a los seniors, están trabajando en la consolidación de los puestos, de trabajo. Hay muchos sectores donde con aprendizaje y apoyo técnico, igual que a los jóvenes, podemos aprovechar ese talento, y no pensar en ellos como un problema para las organizaciones, que es lo que en muchas empresas está ocurriendo”.
Un trabajador mayor puede ser referente para los trabajadores más jóvenes, eso sí, advierte Fernández Jaria que “si la mirada es exclusivamente económica, tenemos un problema y eso forma parte de egoísmo exacerbado de algunas empresas, de crecer por encima de todo, incluso de las personas. Esto no va a ser sostenible mucho tiempo, Si el único objetivo de la empresa es bajar costes eliminando seniors y contratando jóvenes en condiciones más precarias, es una muy mala praxis”.
Augura, que veremos bajar el paro en estos colectivos, “porque es discriminatorio, muy elevado, y yo creo que en el momento que las empresas empiecen a valorar a estas figuras no como un lastre sino como una oportunidad, incluso cambiando la manera de funcionar creo que vamos a ver un cambio ahí que es necesario y estamos desaprovechando muchísimo talento”.