Un hombre de Pensilvania se marcha de vacaciones y esto es lo que encontró al comer una ostra: "Encajaba"
Normalmente cuando encuentras un objeto en el plato de tu comida, la reacción es negativa, pero no es el caso del protagonista de esta historia
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Normalmente cuando encuentras un objeto en el plato de tu comida, la reacción es negativa, pero no es el caso del protagonista de esta historia. ¿Quién no ha fantaseado con la idea de abrir una ostra y encontrarse una maravillosa perla en su interior? Son una de las maravillas que esconden los mares y que atesoran algunos de estos moluscos.
Por lo general, más del 90% de las que vemos en las tiendas son cultivadas en criaderos especializados. Encontrarlas de forma natural es igual de complicado que localizar una aguja en un pajar, hay una posibilidad entre 10.000.
Scott Overland, un estadounidense, estaba de vacaciones en un playa de la costa este de su país cuando hizo un curioso hallazgo. Se encontraba comiendo unas ostras en un restaurante cuando de repente notó algo "duro y crujiente", como un "caramelo".
Un valioso hallazgo
Cuando lo miró se percató de que era algo "brillante", de un color "casi púrpura". Cuando volvió a colocar en la concha el objeto que se había encontrado en su boca, se dio cuenta que "encajaba perfectamente" con el hueco que había dentro. Lo que había encontrado este hombre era una perla "redonda" y cuyo valor ronda los 4.000 dólares, unos 4.000 euros.
Esto quiere decir que no todas las ostras atesoran una perla en su interior, la casualidad es la que lo determina. Las perlas se forman cuando un cuerpo extraño entra en el interior de la ostra, ya sea un grano de arena, un parásito o cualquier otra partícula. Al no poder expulsarlo, la ostra reacciona cubriéndola con una mezcla de carbonato de calcio y conchiolina, lo que habitualmente conocemos como nácar, que es el mismo material que recubre las paredes de la parte interior de la concha de la ostra. No es algo inmediato, en forma una perla la ostra puede tardar hasta 10 años.
La calidad de las perlas naturales es especialmente valorada, son catalogadas como piedras preciosas y como objetos de belleza. Por estas razones poseer una perla tiene un gran valor económico, el cual se origina por el esfuerzo humano y animal necesario para crearlas.
En las perlas cultivadas lo que se hace es forzar la entrada del objeto extraño en su interior para que a partir de ahí la ostra empiece a trabajar.
Resulta extraño que las perlas sean consideradas piedras preciosas, cuando la mayoría de estas se extraen bajo tierra. Sin embargo, en el caso de las perlas esto no es así. Estas pequeñas piezas redondas de color blanco se forman cuando un factor irritante, como las partículas de comida o un parásito, se adentra entre las conchas las ostras o moluscos. Estos permanecen en su manto interno, es decir, en la pared muscular donde se encuentran sus órganos.