Un jurista advierte de los problemas de la semana laboral de cuatro días: "Tiene trampa"

Luis Jiménez-Arellano, abogado responsable del área de Derecho Laboral del despacho Mas y Calvet, explica que la gente prefiere el salario sobre la conciliación

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Un jurista advierte de los problemas de la semana laboral de cuatro días: "Tiene trampa"

Rafa Molina

Publicado el - Actualizado

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La jornada laboral de cuatro días aterrizó en España hace un año. Algunas empresas ya comenzaron a implementar este modelo con la idea de ofrecer a sus empleados un desahogo para poder conciliar el mundo laboral. Sin embargo, se ha aplicado esa reducción de horas semanales con una disminución correspondiente del salario. Luis Jiménez-Arellano, abogado responsable del área de Derecho Laboral del despacho Mas y Calvet, explica que cuando “la gente pone en la balanza salario y conciliación”, normalmente, “la gente joven opta por salario”.

Las ventajas que aporta este tipo de semanas laborales se dan “siempre y cuando esa jornada laboral conlleve el mantenimiento del salario”, explica Jiménez-Arellano, o al menos “que no conlleve una pérdida económica importante”. A su vez, la empresa también recibe un beneficio, como explica el experto porque provoca “mayor productividad” porque al estar menos tiempo trabajando “favorece que la gente no esté calentando la silla”. Y hay más “fidelización”. En casos en los que los empleados reciban una oferta mayor, pueden optar por quedarse en la empresa al valorar más la conciliación.

Frente a ello, recalca el jurista, “cuando bajas a la letra pequeña”, esta opción "tiene su trampa"; la realidad es que “la gente no lo quiere” porque prefiere el salario sobre la conciliación. Para las empresas también puede suponer una desventaja porque tienen “que hacer ciertos equilibrios” para evitar que la empresa “se quede sin atender un día a la semana”. El empresario “tiene que cubrir” ese día a la semana con más gastos. Los contratos temporales habrían sido una “medida buenísima”, según Jiménez-Arellano, pero la nueva ley los ha dejado “encorsetados”. Sin esta opción, las empresas deben “hacer turnos” para que se pueda atender bien a todos los clientes. El laboralista lamenta que “muchas veces se protege muy poco al empresario” en este tipo de relaciones.

En opinión de Jiménez-Arellano, "lo ideal sería” una semana “híbrida” para poder “facilitar que los trabajadores puedan conciliar”. Actualmente, el convenio lo permite “por determinadas necesidades”. Pero la propuesta del laboralista es que “puedan disfrutar de más días libres al mes” para facilitar la conciliación y que no conlleve “una reducción de salario”. Medidas como esas ya existen en el ámbito europeo. Es “el flexiworking”. En él, el trabajo de 40 horas a la semana queda repartido a gusto del empleado siempre y cuando “el empresario dé el visto bueno”.

Un estudio reciente ha demostrado que, aunque los trabajadores cuenten con más horas a la semana para dedicársela a la conciliación, al final, no es esta la principal actividad a la que acaban destinando sus horas extra semanales. Cuando se reduce un día la semana laboral, el empleado opta por aprovecharlo para descansar más. De media, un trabajador que trabaje 40 horas semanales duerme menos de siete horas al día, pero uno que lo hace 32 horas, duerme casi ocho horas diarias.

Lo que para muchos sería un sueño, trabajar cuatro días a la semana y tener tres de descanso, ya es una realidad para algunos. Tener más tiempo para dedicar a nuestra familia, a nuestras aficiones y en definitiva, a nuestro bienestar es algo por lo que cada vez apuestan más empresas.

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