Las farmacias tras el coronavirus: ¿sigue siendo rentable y cuánto dinero cuesta abrir una tras el Covid?
Tener una farmacia sigue siendo un negocio rentable, las ventas de fármacos no solo no han caído sino que han aumentado y hay nuevos productos imprescindibles por el covid
Madrid - Publicado el - Actualizado
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"Por mucho dinero que tengas en tu cuenta corriente jamás vas a poder sobornar a la muerte. La cama de un hospital es el lugar al que todos, en algún momento, iremos a lo largo de la vida, seamos pobres o ricos, jóvenes o ancianos", Steve Jobs.
Sin duda, la salud es lo más valioso que tenemos los seres humanos. Por mucho dinero que tengas, sin salud, como decía Steve Jobs (que al morir tenía una fortuna valorada en 10.200 millones de dólares), no te sirve para nada. Desde marzo de 2020 aún somos más conscientes de ello. En mantener la salud juega un papel importante la farmacopea complemento de la medicina.
De farmacias, de su relevancia en nuestra sociedad, de cómo han tenido que evolucionar por la pandemia, vamos a hablar en el siguiente artículo. En España, hay en estos momentos 22.238 farmacias (según datos cerrados a finales de 2021 de la consultora IQVIA, lo que supone un crecimiento del 0,3% respecto a 2020). Aquellas con mejores ubicaciones, con mucho volumen de negocio, pueden llegar a facturar al año de promedio 916.236 euros, un 0,9 % más que en 2020 (datos de la consultora estadounidense especializada en salud e investigación clínica).
Esa facturación puede ser de tan solo 20.000 o 30.000 euros en un pueblo de Castilla-La Mancha. Con estos datos, ¿es un buen negocio tener una farmacia? ¿Cuánto cuesta poner una "botica"? ¿La pandemia ha cambiado los productos demandados por los clientes?
De la escasez de mascarillas y test, a la demanda de productos para el cuidado facial
Que la pandemia nos ha cambiado la vida a todos es ya insistir en una redundancia. Fue un vuelco a nivel individual y como sociedad. Cuando la mayoría estábamos confinados, había sectores, como el de los farmacéuticos -una de las actividades esenciales-, que no pudieron parar. Pero esa circunstancia les unió mucho más con los clientes, los clientes del barrio, los clientes de toda la vida, los que van semanalmente a por sus medicinas, a tomarse la tensión, a charlar un rato -sobre todo los de mayor edad- con el farmacéutico.
"La pandemia sirvió para estrechar lazos con los pacientes, como no podían ir al médico presencialmente, iban a la farmacia y nos contaban todo. Fallecieron muchos pacientes conocidos y recuerdo momentos muy tristes porque los veíamos todas las semanas. Al dejarlos de ver, les llamábamos a casa y nos enterábamos de la noticia". La noticia era que la Covid-19 se les había llevado por delante. Estos recuerdos son de Elena Izquierdo, farmacéutica de Leganés (Madrid). No olvidará aquellos meses ni los últimos dos años. "Fueron momentos muy duros" cuenta a cope.es, "no podíamos conseguir mascarillas y cuando las conseguíamos eran muy caras, el cliente se enfadaba", sin olvidar que también ellos enfermaban, no eran inmunes al virus "compañeros del equipo enfermaban, eran bajas a cubrir, hubo momentos con poco personal y mucha gente que entraba diariamente en la farmacia". Esta pasada Navidad, se repetía la jugada, ahora con los test. "No podíamos conseguir test por ningún sitio. Hubo días que no te podías ni sentar porque la cola no terminaba. La gente llamando por teléfono preguntando. No había visto esos picos de trabajo nunca".
Mascarillas, test de antígenos, geles hidroalcohólicos... de repente esos productos que casi no eran demandados o se agotaban en segundos o no había por ningún lado, "aumentó tanto la demanda que en la farmacia no había suficiente stock para cubrir las necesidades de los clientes" revive Elena. ¿Estaba cambiando el negocio farmacéutico? Realmente no, porque los medicamentos seguían vendiendose en la misma cantidad o incluso más, pero en algo sí cambiaron las ventas: "notamos mucho, sobre todo en 2020-2021, que debido a las mascarillas hubo muchos menos refriados y se vendieron menos jarabes para la tos y menos antigripales".
La facturación de la farmacia de Elena no cambió sustancialmente, menos jarabes, muchas mascarillas. ¿Y ahora? ¿Qué ha pasado con el fin de la obligatoriedad de las mascarillas? Que surgen nuevos productos estrella como los de cuidado facial: "el cliente está demandando más productos para el cuidado de la cara, cremas hidratantes, cuidado de labios y contorno de ojos", nos confirma.
Según los datos de IQVIA, la evolución del mercado farmacéutico en España a abril de este año es: mayor consumo de antidiabéticos (cuyas ventas crecen un 1,6 %), seguidos de antitusivos/ antigripales y analgésicos; en segundo lugar, productos solares (el dato es de Semana Santa), con el aumento de las actividades exteriores y viajes; y el tercer lugar lo ocupan los productos de cuidado facial de la mujer, sobre todo para labios y maquillaje coincidiendo con el fin de la obligatoriedad del uso de las mascarillas.
Todo ello, sin olvidar, que la principal fuente de ingresos de las farmacias siguen siendo los medicamentos. Sus ventas aumentaron en abril un 8,4 % respecto a abril de 2021.
¿Es rentable abrir una farmacia en España?
Las farmacias son imprescindibles en nuestro día a día y "con la pandemia, el sector farmacéutico ha salido reforzado, obteniendo más valor y provocando un mayor interés para los inversores en este negocio debido a la importancia que han tenido las farmacias a la hora de distribuir medicamentos y ofrecer un servicio personalizado a cada cliente", aseguran desde Urbagesa, empresa especializada en asesoramiento, tramitación e intermediación en los procesos de compra y venta de farmacias.
Pero no todo el mundo puede abrir una farmacia, se necesitan unos requisitos. El primero y fundamental ser licenciado en Farmacia (título que debe ser expedido por una universidad española) y segundo, hacer una gran inversión "pero es un valor seguro debido a que la demanda de medicamentos es constante".
Hay más, la apertura de una farmacia está ligada a la obtención de las correspondientes autorizaciones del Ministerio de Sanidad o del departamento competente de cada Comunidad Autónoma. No se puede abrir una farmacia en cualquier lugar, por ley, solo se puede abrir una farmacia por cada 2.800 habitantes y, entre farmacia y farmacia dentro del mismo municipio, debe haber una distancia mínima de 250 metros. Hay que contar con la escritura o un contrato de arrendamiento del local, el plano de ese local que debe ser sellado por el Colegio de Farmacéuticos, un certificado para el manejo de productos químicos, y una licencia sanitaria para el libre comercio de medicamentos.
Si todos estos requisitos los convertimos en dinero, "abrir una farmacia requiere una inversión de entre 400.000 euros en una localidad de menos de 1.000 habitantes en Castilla y León; en cambio, en Valladolid, Burgos o León esa inversión supera el millón de euros", nos confirma a COPE Ángel Cabezal, portavoz de Urbagesa y aconseja que "antes de comprar una farmacia, lo primero es conocer cuál es el precio justo. La facturación de la farmacia y el stock disponible marcan el precio, pero hay otros factores como el mobiliario". Pese a la elevada inversión que hay que hacer, es un nicho de mercado en constante crecimiento, con unos resultados económicos muy por encima de otros sectores, "el objetivo es recuperar la inversión inicial en pocos años, hay farmacéuticos que llegan a obtener rentabilidades netas de un 18 % sobre la facturación anual".
Madrid, Galicia y Castilla y León son las comunidades autónomas donde montar una farmacia es una inversión asegurada por encima de otras comunidades en las que la demanda y el flujo de clientes es inferior. Por habitantes, España es el país con más farmacias en todo el mundo seguido de Japón, Bélgica e Irlanda.