Padres: de ayudar a poder ejercer desde el nacimiento de sus hijos

Agotan sus 16 semanas de permiso que la mitad optan por fraccionar

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'Mediodía COPE' analiza las bajas de paternidad

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

8 min lectura

De ayudar en la crianza los padres han pasado a poder ejercer su función activamente desde que sus hijos vienen al mundo. Han cambiado las leyes y también va cambiando la mentalidad. Tanto es así que desde 2021 España es uno de los países desarrollados con permisos de paternidad más largos: 16 semanas que los padres no han dudado en aprovechar para alargar todo lo posible el tiempo que pasan con su bebé antes de volver al trabajo.

Aunque los padres se impliquen cada vez más en el cuidado de los hijos, todavía la mayoría prefiere compartir la mayor parte de su permiso con el de la madre. Es obligatorio durante las 6 primeras semanas, pero 3 de cada 4 hombres comparten un promedio de 12 de sus 16 semanas con su pareja según un estudio publicado en 2024 por el Centro de Estudios Económicos de la escuela de negocios ESADE (EsadeEcPol)

“Me ha gustado mucho que estemos los dos con la niña, ya que al ser padres primerizos ayuda bastante”, asegura Fernando, de 35 años, quien optó, según admite, más por motivos profesionales que familiares, porque toda su baja de paternidad coincidiera con la de su mujer.

“Si estás buscando trabajo o haciendo entrevistas, pues ves que decir que acabas de ser padre -aunque no te lo digan- plantea un problema a la hora de contratarte” añade.

Cada vez más padres dividen sus permisos

Si antes del COVID 8 de cada 10 padres se cogían los permisos de paternidad al mismo tiempo que los de su pareja, ahora son menos de la mitad. La mayoría está optando por dividir sus 16 semanas de forma a poder prolongar al máximo el tiempo de crianza en el hogar a cargo de uno u otro progenitor antes de que ambos se reincorporen a sus trabajos. Solapar los permisos al máximo permite tener al bebé en casa hasta los seis meses y medio.

Carlos, de 38 años, forma parte de esa mitad de padres que ha optado por fraccionar su permiso, algo que según nos cuenta, ha hecho para “que la niña vaya lo más tarde posible a la guardería y también para intentar disfrutar de ser padre y aprender en solitario a ejercer mi labor”. En su caso, además de organizarse con su mujer, tuvo que hacerlo con su empresa que le pidió que su baja no coincidiese con la de otro compañero en su misma situación.

Ha aprovechado cada segundo con su bebé y lo sigue haciendo: “pasar tiempo con tu hija no solo te permite saber cuando tiene sueño y cómo dormirla, además de entender poco a poco como cuidarla, sino que aparte te permite conectar mucho más con ella y vas teniendo más empatía”.

Este padre primerizo como Fernando considera muy distinto ser 2 para ocuparse de la pequeña que hacerlo en solitario: “si eres 2 mientras que uno sujeta a la niña, el otro puede ir a buscar el pañal o si uno la duerme el otro recoge la cena. Cuando estás solo no te puedes despistar ni un segundo y tu hija se convierte en un apéndice tuyo. Tan es así que he aprendido a hacer casi todo con una mano mientras con la otra la cojo para evitar que se caiga o se haga daño”.

Considera que el alargamiento de los permisos ha favorecido la igualdad entre hombres y mujeres: “en casa porque los dos tenemos ahora la misma experiencia y conocimientos para poder cuidar de la niña y en el trabajo también porque ya no hay una discriminación a la hora de contratar a alguien”.

De 2 días a 16 semanas: todo un cambio de paradigma

En 2007, todavía los padres solo tenían derecho a 2 días libres tras el nacimiento de sus hijos. Una década después pasaron a poder tener dos semanas y después progresivamente su permiso fue ampliándose hasta las 16 semanas actuales, las mismas de las que disfrutan las madres. Además, desde 2021 ese permiso es intransferible y las primeras 6 semanas son obligatorias. A partir de la séptima semana, el permiso-que solo puede disfrutarse durante el primer año de vida del menor-puede fraccionarse alternándose con periodos de reincorporación al trabajo.

Y si al principio la extensión de los permisos generó reticencias en el mundo de la empresa, finalmente y según explica a COPE el experto en Recursos Humanos, Fernando Calvo, se ha implantado con naturalidad: “es verdad que ha habido un cambio de paradigma. Lo que al principio parecía que iba a ser un problema, finalmente todo el mundo lo ha asumido como algo muy normal. La ventaja es que es algo previsible que se anuncia con varios meses y que la empresa tiene todo ese tiempo para gestionar cómo va a suplir la ausencia del trabajador”.

Reconoce, sin embargo, este responsable de Recursos Humanos de Hays para el sur de Europa que “para posiciones de más responsabilidad o más estratégicas las sustituciones por unos meses por maternidad o paternidad son más difíciles de hacer lo que, a veces, nos obliga a reorganizar los departamentos”. Y todo sin contar que la posibilidad de fraccionar la prestación puede obligar a llevar a cabo varias sustituciones, algo que ocurre más con los padres que con las madres más proclives a no dividir sus permisos.

Las bajas retribuidas se apuran casi hasta el final en España

En España los permisos se disfrutan mayoritariamente en su totalidad, independientemente del lugar geográfico o del tipo de profesión. Los datos oficiales de la Seguridad Social muestran que en los 9 primeros meses de 2023 se tramitaron unas 350.000 bajas de una duración media de 110 días en el caso de las mujeres y de 103 días en el caso de los hombres de un total de 112 días a los que tienen derecho, lo que equivale a disfrutarlo de forma prácticamente completa.

Según el estudio ¿Qué sabemos sobre el uso de los permisos de paternidad en España? de EsadeEcPol, donde sí hay más diferencias es el fraccionamiento de estos permisos de forma que en Canarias, Andalucía y Extremadura solo el 35-45% de los padres divide el permiso, frente al 70% de Navarra, La Rioja y el País Vasco. Una brecha que también se produce por sectores económicos: la hostelería y la agricultura son los que presentan menores tasas de división del permiso, mientras que, en el sector de la información y comunicación, así como en el de las actividades financieras y profesionales, más del 70% de los padres optan por dividir el permiso.

En positivo de compartir tiempo juntos con el bebé durante los permisos de paternidad y maternidad el que hay evidencia, según recoge el informe, de que esa presencia tiene efectos positivos para la madre. En negativo, puede impactar en el grado de implicación del padre. Y por ello consideran que deben seguir investigándose sobre el impacto de las reformas en la promoción de la igualdad de género.

Ampliar los permisos a 20 semanas aún en el aire

La posible ampliación de la prestación por nacimiento y cuidado de menores de 16 a 20 semanas en nuestro país está de momento en el aire. La decisión del presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de renunciar a sacar adelante los presupuestos de 2024 complica la puesta en marcha de la medida que formaba parte del acuerdo de Gobierno entre PSOE y Sumar. En el Ministerio de Derechos Sociales Consumo y Agenda 2030 esperan “que Hacienda articule un vehículo adecuado” para cumplirlo y retribuir asimismo 4 de las 8 semanas de permiso hasta los 8 años del menor a partir de agosto de este año.

“Como empresa hay un punto en el que casi cuanto más largo sea el permiso mejor porque es más fácil reemplazar una ausencia de varios meses que de unas cuantas semanas todo siempre que la Seguridad Social siga asumiendo el coste de la prestación y que no se limiten las bonificaciones para contratar a otros trabajadores durante esos meses” señala Calvo.

Y para Jenifer Ruiz-Valenzuela, senior fellow de EsadeEcPol, la principal mejora de los permisos de paternidad pasa por reducir la parte obligatoria inicial de 6 a 4 semanas para que así las familias puedan tener 12 semanas más al final de la baja de la madre, si así lo desean, y alargar todavía más el periodo de crianza en casa.

¿Se ha recortado la brecha de los cuidados?

Si tenemos en cuenta lo que pasa después del nacimiento del bebé, con las excedencias para el cuidado de los hijos -ya sin remunerar- la situación cambia drásticamente. Los datos de la Seguridad Social muestran que las mujeres solicitaron el 85 por ciento de las más de 44.000 excedencias tramitadas entre enero y septiembre de 2023. En 2009 y según los datos del Instituto de la Mujer eran, sin embargo, el 97 por ciento.

La diferencia es también abismal en la petición de excedencias para el cuidado de familiares. Las mujeres solicitaron más del 78 por ciento del total en 2022 y registraron el 85 por ciento de las peticiones den 2009. Es algo que los expertos achacan a la menor calidad del empleo femenino, que lo hace más prescindible que el masculino cuando en la familia se toma de la decisión de que uno de los dos se ocupe del cuidado de los hijos o de los padres.

Y lo mismo ocurre con la reducción de jornada que siguen solicitando mayoritariamente las mujeres. Según un estudio de Ceinsa, las mujeres se privan de media de un 53 por ciento más de salario anual en comparación con los hombres. Además, dichas reducciones les impiden desarrollar su carrera profesional al limitar sus posibilidades de acceder a cargos de responsabilidad.

“Hay algunas investigaciones que muestran que las madres que han tenido hijos después de 2021 tienen menos probabilidad de reducir su jornada laboral que las que los tuvieron antes de esa fecha, pero todavía existe poca evidencia sobre el impacto de las extensiones de los permisos sobre la igualdad de género en el mercado laboral y en la corresponsabilidad en el cuidado de los hijos y el reparto real de las tareas domésticas” señala Ruiz-Valenzuela.

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