La inversión de 200.000 euros de Pedro, en la cuerda floja: pendiente del cielo

Pedro tiene grabada a fuego en su memoria una fecha; el 12 de junio de este año, ese día fue el último que vio llover en su pueblo. Este joven de 33 años vive en Cortelazor, un municipio de Huelva de poco más de 300 habitantes que se dedica principalmente a la cría de cerdo ibérico.

Cuando se levantaron las restricciones por la pandemia de la covid hace ya un par de años, Pedro se replanteó la vida que había llevado hasta entonces. Por su cabeza rondaban dos planes; recorrer los Pirineos en caravana o instalarse en la Sierra de Huelva. Optó por lo segundo. Pasaron los meses y se dio cuenta de que esa forma de vida le gustaba, por eso quiso dar un paso más y establecerse de una manera más estable poniendo en marcha una casa rural.

En sus paseos por el pueblo había echado ya el ojo a una casa de 1880 que en su día había sido carpintería. La reforma era de envergadura, había que remodelarla por completo, por eso después de darle muchas vueltas, decidió invertir 200.000 euros de sus ahorros para montar un agroturismo con tres habitaciones. Desde el pasado mes de enero esta casa se ha convertido en su fuente de ingresos y la de su mujer.

SIN AGUA

Pero algo con lo que Pedro no contaba estaba a punto de ensombrecer este nuevo proyecto de vida. Nunca imaginó que Cortelazor se convertiría este verano en uno de los 300 pueblos con restricciones de agua por la sequía. En España hay cerca de 8100 municipios, con lo que esos 300 representan un 4 %. En otras palabras, 260.000 personas que tienen cortes de agua o restricciones en su uso.

En el caso de Pedro la situación se complica ya que los clientes que se alojan en su casa si abren el grifo a partir de la medianoche y hasta las 7 de la mañana se encuentran con que no sale nada. En verano esta situación era aún peor; restricciones desde las 4 hasta las 6 de la tarde. Y es que en junio y julio no ha llovido absolutamente nada en el pueblo.

Ni la propia gente de aquí se esperaba algo tan rápido, en cosa de un año se han agotado los recursos de agua

Ante esta situación, desde el pasado mes de junio el pueblo tiene un nuevo visitante, el conductor de un camión cisterna que les abastece de agua con un depósito de 30.000 litros.

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INVERSIÓN ¿RENTABLE?

A Pedro no le queda otra que avisar a los turistas que se quieren alojar en su establecimiento de los cortes de agua, siempre con la amenaza de que puedan cancelar las reservas. Por eso no se le quita una pregunta de la cabeza, 'si el futuro se presenta igual de seco, ¿habrá merecido la pena esa inversión?'.

LA SEQUÍA DEL 82

Pero esta imagen no es nueva. Los más viejos del pueblo aún recuerdan 1982, fecha de una de las peores sequías que vivimos en España. Entonces 52 pueblos sufrieron cortes diarios de agua. Ahora son 300.

Pedro no sufrió aquella sequía, pero conoce lo que pasó. Entonces pasaron dos años hasta que se secaron por completo los manantiales. Ahora solo han hecho falta unos cuantos meses. "Ni la propia gente de aquí se esperaba algo tan rápido, en cosa de un año se han agotado los recursos de agua", relata a COPE.

La del 82 se convirtió en una de las cinco sequías más graves de España desde que hay registros ¿Estamos ahora a las puertas de la sexta?

A esta y otras preguntas da respuesta el videopodcast original de COPE, 'Sequía: el desafío de un bien escaso'. En él, la presentadora de Mediodía COPE, Pilar García Muñiz, junto al divulgador científico de COPE y director de la revista Esquire, Jorge Alcalde, te cuentan la historia de Pedro y responden a las causas y las consecuencias que está dejando la falta de agua.