¿Por qué el fundador de Moderna recibió la vacuna de Pfizer?
El experto resolvía esta cuestión ante los medios de comunicación que se encuentran cubriendo en Oviedo los Premios Princesa de Asturias 2021
Madrid - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Derrick Rossi se encuentra en Oviedo para recibir el viernes de manos del rey Felipe el Premio de Investigación Científica y Técnica 2021, galardón que comparte con el inmunólogo Drew Weissman, la bióloga Katalin Karikó, el bioquímico Philip Felgner, los doctores Ugur Sahin y Özlem Türeci, y la vacunóloga Sarah Gilbert, por su contribución al desarrollo en tiempo récord de varias vacunas que han permitido hacer frente a la pandemia provocada por la covid.
Este biólogo e investigador, que ha trabajado en la Universidad de Harvard y en su Instituto de Células Madre, fundó en 2010 Moderna, una empresa desde la que explotar sus descubrimientos sobre la capacidad de transformar y reprogramar células madre gracias a tecnologías basadas en el ARN mensajero y que se convirtió en una de las primeras del mundo en desarrollar una vacuna para frenar la covid-19.
De hecho, tan solo necesitó 42 días para desarrollar su vacuna y poder iniciar los ensayos clínicos, un hito "sin precedentes en la historia" que, según ha asegurado hoy en un encuentro telemático con medios de comunicación, permitió poner en el mercado en unos meses un producto que se ha demostrado "enormemente eficaz".
Rossi es canadiense de nacimiento aunque reside en Estados Unidos y aprovechó su intervención en ante los medios en Oviedo para explicar por qué recibió la vacuna de Pfizer pese a haber sido el fundador de Moderna. La explicación es muy sencilla. Cuando le llamaron del programa de vacunación en el Hospital Pediátrico de Boston en el que trabaja, la que estaba disponible en ese centro era la de Pfizer. "Seguramente a la semana siguiente tendrían la de Moderna pero me puse la que ofrecieron", comentaba sonriente.
Además, aprovechó para indicar que no hay por qué tener dudas sobre la seguridad o eficacia de un medicamento una vez que está aprobado por los organismos pertinentes.
Con respecto a las dificultades de muchos países pobres para acceder a las mismas y el precio de las vacunas, Rossi quiso desligar ambas cuestiones. "Las vacunas son baratas. Una terapia genética puede costar 50.000 o 100.000 dólares americanos, una vacuna 30 o 40 dólares. Lo que sucede es que algunas naciones no tienen capacidad para comprar 30 o 40 millones de vacunas para su población".
La solución, bajo su punto de vista, se encuentra en que los países mejor posicionados económicamente adquieran esas vacunas y las donen a países con más dificultades. Algo, de hecho, "que ya se está haciendo". Rossi añadió que "si en una semana hubiéramos tenido la capacidad de producir 10.000 millones de vacunas habríamos resuelto el problema en siete días pero no tenemos esa capacidad y el problema está en el cuello de botella que se forma para la fabricación y distribución".
¿Cuándo poner la tercera dosis? El fundador de Moderna responde
Rossi dio por seguro que la protección de la vacuna desciende conforme pasan los meses. No obstante, aseguró que no se dispone de evidencias científicas sobre cuándo es el momento en el que esa inmunidad baja.
Además, sobre la posibilidad de obligar a la población no vacunada a recibir la inyección indicó tener una opinión "mezclada". Dejó claro que la opción de rechazar la inmunización "es muy negativa y está basada en informaciones erróneas. Si todo el mundo tuviera la información correcta esta situación no se daría".
¿Cuál fue el origen del virus?
Desde el punto de vista científico este reputado experto mantiene que "no se sabe, y puede que no se llegue a saber nunca" si el virus fue fruto de un laboratorio de Wuhan o producto de la zoonosis, Rossi ha preferido callar su opinión sobre lo sucedido. "No es este el momento ni el lugar"- y tan solo ha señalado que se le interpretó mal cuando se publicó en una entrevista que creía que el virus era producto de un accidente en el laboratorio chino.