Salvar el curso escolar: ¿cómo planificar el último trimestre?

Casi 3 millones de alumnos españoles de la Eso y Bachillerato afrontan ya la tercera evaluación.

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Ana Palacios y la psicóloga Mercedes Bermejo dan fórmulas para motivar a estudiantes en el tercer trimestre

Ana Palacios

Publicado el - Actualizado

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La llegada del buen tiempo, las ganas de salir al aire libre y el cansancio acumulado de todo el curso, no ayudan a afrontar el último trimestre. Pero hay que ponerse, porque sino tocar repetir curso o estudiar en verano.

Los más de 2 millones de alumnos de la ESO y 690 mil de bachillerato se preparan, tras el parón de Semana Santa para los últimos 2 meses y medio del año del curso.

Motivar a los alumnos desde el centro escolar

tiene rodaje del curso, es factible que mejoren sus resultados. Si se ha ido haciendo lo que se tenia que hacer y ha ido trabajando como se tenia que hacer, va a mejorar. Pero para aquellos alumnos que no van tan bien, las medidas que hay que poner no son de ahora, hay que ponerlo en marcha cuando se detecta el primer problema, a estas alturas siempre se pueden poner medidas pero serán menos eficaces”.

A estas alturas es normal que muchos padres o alumnos se pregunten o pregunten a los profesores que es lo que pueden hacer para aprobar. Para Juani esa es la pregunta del millón: “a todos los profesores nos gustaría tener la respuesta. Es complicado. Lo que hay que hacer es mantener tutorías durante todo el año, para ir poniendo medios y medidas a lo largo del curso”.

Esta profesora de matemáticas nos da algunos tips o consejos que se pueden seguir: “nunca dejar de estudiar, no abandonar, contar siempre con la ayuda del profesor de la materia, preguntar las dudas. Es bueno hacer un horario diario para organizarse, por ejemplo poner dos horas de estudio y media hora para darse una vuelta. Y por supuesto hay que atender en clase, porque todo se va quedando”.

Además, Juani nos ha contado que existen técnicas de estudio que los profesores pueden enseñar a los alumnos para aprovechar más el tiempo que pasan delante de los libros: “en vez de 5 horas, igual te vale sólo con una”. Y advierte a los padres: “cuidado con las distracciones que tenemos a nuestro lado, los móviles y los ordenadores”.

¿Cómo puedo ayudar desde casa?

Mercedes Bermejo es vocal del colegio oficial de Psicología de Madrid, para ella es fundamental que desde casa más que forzar a estudiar, se planifique con nuestros hijos los tiempos: “si no hay cumplimiento, entonces sí, se pueden tomar medidas consensuadas, por ejemplo que durante el tiempo de estudio no haya pantallas. Pero que lo vean como un acuerdo y no como una imposición”. Hay que intentar evitar las interrupciones de hermanos o amigos, el móvil u otros dispositivos electrónicos.

La motivación y el orden en el estudio son fundamentales. Lo primero que tenemos que hacer es facilitar un lugar adecuado para estudiar, e intentar que sea siempre el mismo. Tiene que estar ordenado y recogido, con esto conseguiremos favorecer más la atención y evitar el despiste.

Otra de las pautas que podemos seguir es ayudarles a definir el trabajo que tienen que hacer, ponerles unas pautas para evitar que habrán el libro o el cuaderno que no les toca. No debemos hacerles los deberes pero si es bueno que comprobemos el resultado de vez en cuando, y si vemos que no vale, hacerles que lo repitan de nuevo.

Elogiar a nuestro hijo por su esfuerzo puede ayudarle a motivarles a seguir adelante, no se trata de engañarles, sino de apoyarles en sus puntos positivos y en sus pequeñas mejoras del día a día.

Hay que recordar que nuestros hijos vuelven de una semana completa de vacaciones de Semana Santa, donde en muchos casos pierden hábitos de sueño y de estudio, por eso podemos encontrarnos que les cuesta arrancar de nuevo. Si a pesar de todas estas recomendaciones, vemos que las cosas no marchan bien, hay que pedir ayuda. Lo mejor es dirigirnos directamente al centro escolar, el siguiente paso será consultar con un pedagogo, psicopedagogo o con un psicólogo. Hay que afrontar la realidad, no rechazarla y pensar que “ya mejorará” con el tiempo.

¿Apretar o repetir?

Este es el dilema al que se enfrentan estudiantes y padres a estas alturas del año, y mucho más en el caso de que se hayan acumulado varios suspensos a lo largo del curso. Es cierto que desde este curso, lo de repetir se puede convertir en algo excepcional, pero aún es una opción que hay que tener en cuenta.

La repetición es una medida extraordinaria, tomada por un equipo educativo, tras ver si el alumno ha hecho todas las tareas que le han mandado, los exámenes, ha participado y se ha esforzado. Se trata de una decisión colegiada y estudiada. Juani lo deja claro: “no es que no hagas nada y pasas de curso, porque en ese caso, seguro que vas a repetir”.

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