Lo que los camareros odian que hagamos en los bares

Gracias a Internet hoy en día cualquiera puede dejar una reseña, ya sea positiva o negativa, sobre su experiencia en un bar

Pinchos

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Los bares se han convertido en lugares frecuentados en los que pasamos buenos momentos. Este verano los españoles no solo han acudido a los bares, sino que además realizan reseñas sobre el sitio. De hecho, cuando vamos a algún establecimiento que está empezando se suele pedir a los consumidores que pongan, si puede ser, una reseña positiva sobre el sitio.

Gracias a internet, han surgido una serie de espacios donde los clientes pueden compartir sus experiencias en los diferentes establecimientos y ponerles puntuación. De esta manera, quienes se encuentren en búsqueda de un bar o restaurante para pasar un buen rato, podrán contar con las opiniones de otras personas que han ido y así poder facilitar su elección.

De esta forma, las reseñas han sido las protagonistas en las redes sociales, ya que los clientes también dejan constancia de sus malas experiencias o ratos que han pasado en dichos establecimientos. Pero en ocasiones, surgen tensiones entre trabajadores y clientes que provocan reseñas negativas en Google, una de las venganzas más temidas por los hosteleros, que no dudan en responder si consideran que la crítica ha sido desafortunada o imprecisa.

Copas de vino

En este caso, se trata de una queja de una clienta que acudió a un bar y que comparte la cuenta de Twitter soycamarero. Esta se publicó en Google, en la que un cliente dejó una mala reseña en un bar.

https://twitter.com/Jos_SBD/status/1569267713146511360?s=20&t=Uu8d5nyGewSjSgS_ETGZYQ

Además de las reseñas en Google, que ya son incómodas de por sí, existen muchas expresiones o acciones que tenemos con los hosteleros que no les gustan mucho, por no decir nada. Hay veces en las que nos pasamos de confianza con una persona que está haciendo su trabajo, y en ocasiones puede no sentar muy bien.

Por ejemplo, hacer una reserva y no cancelarla ni avisar si no puedes ir. A todos nos ha surgido un contratiempo alguna vez, y es lo más normal del mundo. Pero al igual que no no gusta que nos dejen tirados por esos contratiempos, a los hosteleros no les gusta que se quede una mesa vacía y un servicio sin dar por no hacer una simple llamada.

Tapas

Otro acto que no se recomienda es pedir en varias ocasiones. Lo más cómodo es pedir todo directamente de una, y no molestar con más comandas de la misma mesa.

Pero si hay algo, por encima de todo, que no soportan los hosteleros, es la mala educación. Todos hemos estado en algún bar y en alguna mesa hemos escuchado expresiones como "jefe" o "guapa", o llamar a algún camarero cuál animal con sonidos. Si a nosotros no nos gusta que nos traten de manera despectiva en nuestro trabajo, de igual manera ocurre en el mundo de la hostelería.

En este sentido, las prisas son traicioneras. Detrás de cada plato hay una elaboración y debemos ser pacientes, más aún cuando vamos a un restaurante que está lleno.

Y al final, a la hora de pagar, aunque pueda ser un poco más lioso, lo mejor para los establecimientos es que pague una persona y ya el resto de comensales le paguen, para agilizar el servicio.

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