Una familia pide ayuda y no puede creer lo que había tras la pared de su salón: "Nunca he visto nada igual"
Un técnico de extinción de plagas no da crédito al abrir un agujero en la pared del salón de sus clientes
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Nick Castro es el propietario de una empresa especializada en extinción de plagas, y una de sus últimas intervenciones se ha hecho viral en redes sociales. La empresa se llama “Nick's Extreme Pest Control” y se encuentra en Santa Rosa, en California.
El pasado 25 de enero la empresa publicó fotos en sus redes sociales de una de sus intervenciones, y ellos mismos reconocieron que nunca habían visto nada igual. Un matrimonio californiano se puso en contacto con Nick porque habían encontrado gusanos en una de las paredes de su vivienda.
Todo apuntaba a que iba a ser un caso más, pero no fue así. Al llegar a la vivienda, Nick pensó que se trataba de un animal muerto atrapado en una de las paredes. El técnico de control de plagas procedió a abrir un agujero en la pared para extraer el cuerpo del animal, pero lo que encontró le dejó sin palabras.
317 kilos de bellotas en la pared de su salón
Una vez perforada la pared de la vivienda, empezaron a emanar miles de bellotas del agujero. Nadie daba crédito a lo que estaban viendo. Nick abrió un agujero más grande para facilitar la extracción de los frutos. Llenaron 8 bolsas de basura con las bellotas, y entre todas superaban los 317 kilos.
¿Cómo llegaron ahí todas esas bellotas?
Cuando pensamos en esconder bellotas, a casi todos nos viene a la mente una ardilla, pero no es el caso. Los culpables de los hechos son una pareja de pájaros carpinteros belloteros, una especie muy común en esta zona de Estados Unidos. Estas aves suelen almacenar las bellotas en diferentes lugares, como los troncos de los árboles. En este caso utilizaron por error la cámara de aire de esta vivienda.
Por la cantidad de bellotas encontradas, todo apunta a que esta almacenamiento es el resultado de varios años de recolecta. Los pájaros utilizaron un lugar poco accesible, y los más beneficiados por este error fueron los gusanos. Aunque los que pagaron las consecuencias del despiste fueron los propietarios de la vivienda.