Amaia y Alfred se aferran al sueño de Eurovisión en el festival más abierto de los últimos años
La candidatura española llega bajo mínimos a la gran cita. Israel, Chipre, Francia o Irlanda, en el ramillete de favoritos
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España llega a la final de Eurovisión 2018 desfondada y vacía de ilusión. La propuesta encabezada por Amaia y Alfred, envuelta en sus inicios en una halo de optimismo y popularidad gracias al arrollador éxito de 'Operación Triunfo', ha agotado sus esperanzas tras una semana demoledora donde las críticas a la escenografía planteada y el empuje del resto de competidores han relegado a España a una posición más que discreta. La inquietud y el nerviosismo se han apoderado del equipo de TVE ante la probable debacle de esta noche. La pareja, mientras, se mantiene en su burbuja de amor y felicidad, regalándose besos y gestos cariñosos y confiando en sus opciones. "No necesitamos nada más en la puesta en escena de «Tu canción»", afirmaba este jueves a COPE Alfred, quien también defendía el trabajo que Gestmusic ha desarrollado para una puesta en escena que la prensa especializada ha tildado de "plana" y "excesivamente sencilla". La actuación de ambos esta noche se basará en la complicidad que los dos transmiten; sus miradas, sus sonrisas, la emoción de un amor que germina. Estarán solos en el escenario, sin más apoyo que la fuerza de un público español que desbordará esta noche el Altice Arena. Se calcula que una sexta parte de los espectadores presentes en el estadio serán españoles. Un respaldo asegurado que, ahora mismo, es la única gran baza que sostiene la candidatura española. En las casas de apuestas, Amaia y Alfred se desbocan hasta la vigésima plaza y la organización les ha colocado en el puesto número 2 de actuación, el conocido como 'puesto maldito' dado que ningún país en los 63 años de historia del concurso ha conseguido ganar partiendo de esa plaza. Una suma de malas noticias que dejan a España sin opciones en el festival de Eurovisión más abierto de los últimos años.
Y es que, a diferencia de anteriores ediciones, el ramillete de posibles ganadoras es más amplio que nunca. Israel llegó a Lisboa como una rotunda favorita, pero los discretos ensayos y una irregular actuación en la primera semifinal han destronado a Netta y su divertida canción "Toy" en la última curva de la carrera. Hasta Salvador Sobral, último vencedor del concurso, ha dicho abiertamente que no le gusta nada la opción israelí. Sin embargo, Netta sigue siendo una apuesta fuerte esta noche con una escenografía trufada de fuegos artificiales, bailarines con mallas de colores, gatos chinos de la suerte y un vestuario con inspiración manga. Los cloqueos de gallina, sello inconfudible de su tema, aportarán la parte más excéntrica de una actuación muy esperada por los seguidores del concurso.
Pero quien sostiene ahora la vitola de favorita es la representante de Chipre Eleni Foureira. Con su "Fuego", un tema dance con reminiscencias étnicas, la diva helénica ha puesto a sus pies a todos los eurofans con un espectáculo visual medido al milímetro, donde la sensualidad, el ritmo y el fuego que da título a su canción cobran un protagonismo absoluto. La 'Beyoncé mediterránea', como así ha sido ya bautizada, daría a la isla su primer triunfo en Eurovisión tras 34 participaciones. Con el televoto en el bolsillo, queda por ver si los jurados reaccionarán con el mismo entusiasmo a su propuesta.
Si no es así, otros candidatos podrían llevarse por sorpresa el micrófono de cristal a casa. Es el caso del irlandés Ryan O'Shaughnessy, que se ha erigido como un duro rival con su guiño a la comunidad gay al escenificar a lo "La La Land" una relación sentimental entre dos hombres durante su interpretación de "Together". Entre las baladas también destaca la de la lituana Ieva Zasimauskaitė, que interpreta descalza y que culmina con un beso romántico con su marido. Francia y Alemania, países del Big5, también suenan para ganar. El dúo francés Madame Monsieur permanece en la zona alta de las apuestas desde hace un par de semanas gracias a una apuesta sencilla y con mensaje, muy en la línea de las últimas victorias de Jamala (Ucrania, 2016) y Salvador Sobral (Portugal, 2017). Y es que "Mercy", el tema que Émilie Satt y Jean-Karl Lucas defenderán este sábado, está inspirado en la historia real de una bebé que nació a bordo del barco humanitario Aquarius, en pleno viaje migratorio para cruzar el mediterráneo. El alemán Michael Schulte, mientras, tocará los corazones de los espectadores europeos haciendo un sincero homenaje a la figura paterna con su tema "You Let Me Walk Alone".
Todo apunta a que será una noche de máxima igualdad en una fiesta en la que los portugueses no olvidarán su tradicional fado ni tampoco a su primer ganador de Eurovisión, Salvador Sobral, que reaparcerá esta noche en los escenarios tras su trasplante de corazón junto al cantante brasileño Caetano Veloso. Una fiesta a la portuguesa donde tocará decidir qué cantante se convierte esta noche en leyenda de Eurovisión.