Alejandro Peñaranda triunfa al natural, Ney Zambrano honra el oro de su chaquetilla

Se defiende una plaza de temporada y después solo salen combinaciones extrañas de las imprentas. Se dice defender un espectáculo íntegro y completo y se acaba cayendo en remiendos y en chapuzas. Se ejercen como defensores de la plaza y acaban siendo unos irrespetuosos. Sirvan estos ejemplos como muestra de lo que es hoy la afición al toro y la plaza de Madrid en particular.

¿La suerte? Que en medio de la contradicción son los valores y los naturales los que salvan la afición. Eso fue lo que pasó este jueves en Las Ventas. Una tarde de mucho interés.

Alejandro Peñaranda se topó con un segundo novillo que era un toro. Fue muy noble, quizás demasiado, pero tuvo mucho fondo. Lo aprovechó de principio a fin. Estuvo muy inteligente, lo midió y le dio muletazos de mucha calidad. Lo mató con una estocada algo delantera pero muy efectiva.

El quinto animal fue protestado en su salida. Debió padecer un calambre porque se le notaba mermado. Esta condición desapareció por completo al iniciarse la faena. El comienzo fue muy bueno y la faena fue de menos a más. Los mejores momentos llegaron con el toreo al natural. La pena fue que lo pinchó sino, hubiese abierto la puerta grande.

José Antonio Valencia cuajó una actuación muy seria con el peor lote de la tarde. Su primero era un toro bien hecho que empujó en varas y al que castigaron en exceso. Valencia estuvo centrado pero el toro no tenía ni media pizca de fuerza. Le recetó una estocada algo caída tras un metesaca.

El cuarto animal fue incierto en los primeros tercios. En varas cogió al caballo por los pechos y derribó al picador Jose Ney Zambrano. Ya en el suelo hizo presa y le dio una cornada muy fea. La plaza entera la vio, menos el varilarguero. Se lo querían llevar a la enfermería pero se negó. Se acordó que su chaqueta también era de oro y con la femoral partida se volvió a subir a su caballo. Allí espero el encuentro y la plaza estalló cuando hizo la suerte. Además, lo cogió muy bien. Tuvo vergüenza torera y subido en su montura recorrió el callejón entre los aplausos del respetable. Después se fue a la enfermería, a donde se acercó Valencia a brindarle. En la muleta el toro se defendió en todo momento. El novillero le presentaba muy bien la tela pero la actuación no llegó a ningún lado.

Jesús de la Calzada tuvo dos novillos con más principios que finales. El tercero se quedaba muy corto por ambos pitones. Quiso demostrar su voluntad pero se pasó de faena. La gente pitó su esfuerzo. Lo mismo ocurrió en el que cerraba la tarde. La gente no estuvo en ningún momento dentro de su actuación. Un lote sin condimento.

En la final de este certamen debe estar por méritos propios Alejandro Peñaranda. Es difícil que volvamos a ver una actuación como la que tuvo en este jueves de "cenarse Las Ventas". Firmó su inscripción para ser el ganador.

Madrid, jueves 20 de julio de 2023. 3ª nocturna. Un tercio de plaza (7.319 asistentes según la empresa).

Novillos de

, bien presentados y de juego desigual.

José Antonio Valencia, silencio y silencio tras aviso.

Alejandro Peñaranda, oreja y ovación tras aviso.

Jesús de la Calzada, silencio tras aviso y silencio tras aviso.

Enfermería: El picador José Ney Zambrano fue atendido de una "herida por asta de toro 1/3 superior cara anterior muslo derecho, con dos trayectorias, una ascendente de 15 cm. que produce destrozos en músculo sartorio y recto anterior y otra hacia atrás de 20 cm. que produce destrozos en músculos sartorios y cuadriceps alcanzando el fémur y contusionando arteria femoral".