MADRID
Curro Díaz y Aitor Fernández, sin espada, destacan en el festival de Chinchón
Un total de ocho trofeos se pasearon en el tradicional festival de Chinchón en el que destacó una inspirada faena de Curro Díaz.
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Ni el frío ni la lluvia frenaron las ganas de toros este domingo en Chinchón. Su festival, el más antiguo de España, ponía punto y final a la temporada taurina española y lo hizo con un lleno en sus tendidos. Un festejo en el que se vieron cosas positivas, como las ganas de los actuantes pese a las pésimas condiciones del ruedo en el tramo final del festival.
Abrió plaza el rejoneador Leonardo Hernández, que lidió un notable utrero de Carmen Lorenzo que aunó temple y calidad en sus embestidas. El rejoneador mantuvo un alto nivel tanto con las banderillas como con las cortas, destacando una última farpa al violín. Cortó una oreja tras rematar su labor de un rejón de muerte trasero.
Otra oreja paseó Jesulín de Ubrique. El gaditano se las vió con un encastado ejemplar de Antonio Bañuelos que le hizo sudar más de la cuenta. Jesulín puso temple pero se notó su inactividad y su escasa forma física.
La faena de mayor peso artístico corrió a cargo de Curro Díaz. El linarense fue moldeando a un novillo del hierro burgalés para terminar toreando con limpieza, gusto y buen trazo. Siempre a más el trasteo, lo remató de una estocada desprendida que tiró sin puntilla al novillo. Las dos orejas premiaron el conjunto.
También tocó pelo José Garrido, que firmó los mejores pasajes de toreo con el capote. Tanto en las verónicas de recibo como en un posterior quite por ajustadas chicuelinas. El torero pacense toreó con fibra y empaque ante un novillo al que le costó un mundo entregarse. Se atascó con la espada y solo pudo pasear un trofeo.
Álvaro Lorenzo no tuvo suerte en el sorteo y tuvo que lidiar el animal más deslucido del envío de Bañuelos. Un ejemplar descastado y alocado en sus embestidas al que terminó metiendo en el canasto por el pitón izquierdo a base de firmeza y valor. La oreja premió la disposición del toledano.
Gustó mucho el concepto del novillero local Aitor Fernández, que cuajó una más que entonada faena ante un buen ejemplar. Lo toreó con rotundidad y variedad. Pero el reiterado fallo a espadas le privó del triunfo.
Quien sí paseó el doble trofeo fue el becerrista Álvaro Chinchón, alumno de la Escuela Taurina de la Fundación El Juli, que fue todo ganas y disposición ante un eral manejable de Bañuelos. Como estuvo hábil con la espada, sus paisanos le premiaron con las dos orejas.
Chinchón (Madrid), domingo 20 de septiembre de 2019. Festival. Lleno.
Un novillo para rejones de Carmen Lorenzo, despuntado reglamentariamente y de juego extraordinario. Cinco utreros y un eral de
, de desiguales hechuras y remates. Destacaron el encastado segundo y en enclasado sexto.
El rejoneador Leonardo Hernández, oreja.
Jesús Janeiro "Jesulín de Ubrique", oreja.
Curro Díaz, dos orejas.
José Garrido, oreja.
Álvaro Lorenzo, oreja.
El novillero Aitor Fernández, ovación tras dos avisos.
El becerrista Álvaro Chinchón, dos orejas tras avisos.
Incidencias: Tras el paseíllo sonaron los acordes del Himno Nacional de España.