Un Fernando Adrián enrachado y rotundo sale a hombros en Valladolid

Aplaudido de salida el primeros de los toros de Bañuelos, lo saludó a pies juntos de manera suave. La escasa fuerza del burraco de capa, hizo que apenas fuera picado en el tercio de varas. Excelente tercio de banderillas protagonizado por Javier Ambel.

Comienzo de faena de rodillas, marca de la casa, con los pases por la espalda que encandilaron a los aficionados.

Codicioso el de Bañuelos, siempre muy empapado en la muleta que volaba a media altura. Suave, templado, con las distancias que pedia el animal, Perera estuvo con la cabeza muy despejada. Embebido en la pañosa, tapó el

defecto de “cantar la gallina”, lo cual había avisado en un par de ocasiones el de Bañuelos. Una Manoletinas para dejar en suerte al toro.

No tuvo su día con la espada.

En el que hizo cuarto, otro toro bien presentado, Perera, no lo dudó y se fue a los medios a brindar la muerte del de Bañuelos. Lances a pies juntos para sacarse al toro a la boca de riego y comenzar la faena. Rebrincado y con cierto calamocheo, Perera sometió al toro por bajo en las primeras series. Por ese pitón derecho tuvo mando en plaza el extremeño y los cambios de mano con mucha clase. Al natural,

sin transmisión. Exigente el toro. A estas alturas nadie discute la clase y el poderío de Perera. Estocada desprendida, y oreja.

Bien presentado el primero del lote de Joselito Adame.

Se coló por el pitón derecho en los primeros compases con el capote. Hizo hilo en banderillas. Adame supo lo que tenía delante y con esos mimbres tuvo que hacer sus cestos. Escaso de fuerzas, lo llevo siempre con esa templanza y mando que ha caracterizado al mejicano. Sin tirones, con el toque firme pero suave.

Al natural embistió mas recto y con menos humillación. Lo entendió a la perfección y anduvo a gusto delante de la cara.

Series de tres muletazos y vaciarlo de pecho. Lo intentó en la suerte de recibir con la espada antes de ejecutar una buena estocada al volapie. Incomprensible la falta de petición de premio por parte del respetable.

El que hizo quinto, un castaño con cuajo, fue tardo en banderillas.

De Aguascalientes a Castilla, ya que la faena fue brindada al maestro “Niño de la Capea”.

El de Bañuelos llegó a la muleta con poco fuelle. Se desplazó por el pitón derecho, pero sin emoción.

Al natural careció de temple y los enganchones desmerecieron las tandas.

Bronco y rajado. el peor del encierro. Estocada

Dos largas cambiadas en el tercio muy apretadas fue la presentación de Fernando Adrián en Valladolid.

No dudó el madrileño en irse a los medios a brindar la faena al público. Ayudados por alto en las rayas de picar fueron los primero compases de faena. Sin prisas, citando al pitón contrario y con esa justeza a la hora de pasarse al de Bañuelos. Tiempo entre series. Con la izquierda, el toro era mas tardo, pero Adrián siempre cruzado y con un cite muy sutil supo sacarle dos series con mucha clase.

Sin enmendarse, los circulares fueron eternos. Cites de frente muy de verdad. Lástima el pinchar con la espada una faena de premio seguro.

Cerró el festejo otro toro de capa negra y muy en la sintonía del resto del encierro en cuanto a presentación. Esperó en banderillas. De rodillas en el centro del ruedo, comenzó Fernando Adrián la faena de muleta. Mano baja en los primeros compases, aprovechando la inercia del animal. Muy de verdad y siempre de frente con la mano derecha cuajó tandas de poder. El mérito de Adrián, pasarse los toros por donde se los pasa. Exigente el de Bañuelos y a más. Largo por el pitón izquierdo y con clase dos series con el temple de la seguridad. Fijo y encastado el de Antonio Bañuelos admitió las series muy ligadas. El mejor del encierro. Bernadinas para cerrar la faena. Buena estocada y dos orejas.