ARÉVALO (ÁVILA)

Ferrera y Urdiales gozan y triunfan con una gran corrida de Garcigrande

Por segunda semana consecutiva se indulta un toro del hierro salmantino en Arévalo. Ventura pincha una notable faena al cuarto.

Antonio Ferrera y Diego Urdiales en su salida a hombros este sábado en Arévalo

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

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Abrió plaza un astado de El Canario justo de raza al que le costó siempre desplazarse tras las cabalgaduras de Diego Ventura. Destacó con las banderillas montando a 'Bronce' y con la salida cortado a lomos de 'Prestigioso'. Pero un rejón corto antes de dejar uno entero enfriaron a los tendidos. 

El cuarto fue otro toro paradote con el que Ventura tuvo que exponer mucho a lomos de 'Lío' y 'Nazarí' con las banderillas y con 'Dólar' en dos grandes pares a dos manos. Con 'Prestigioso' llegaron dos cortas al violín que pusieron a la plaza en pie. Pero varios pinchazos dejaron el premio final en una aclamada vuelta al ruedo.  

El primero de Garcigrande para la lidia a pie no mostró mucha fortaleza de salida. Pero la templada muleta de Antonio Ferrera obró el milagro. Sin un tirón ni toque de más, fue moldeando una faena de inmaculado trazo. Por los dos pitones y el toro respondiendo con nobleza a tan buen trato. Todo muy a compás y despacio. El final, por naturales a derechas. Y los remates de pura inspiración. Se volcó Ferrera con la espada dejando un volapié del que salió el toro rodado. Las dos orejas cayeron por aclamación. 

El quinto trajo por nombre “Culebrito”, otro toro que engrosa desde este sábado la larga lista de astados de Garcigrande indultados en Arévalo. De hechuras más fuertes que el resto de sus hermanos, éste quinto fue un animal de infinita nobleza y excelsa clase. Se reducía él solo cuando llegaba a la muleta de Ferrera. El extremeño se explayó en una faena de gusto, empaque e imaginación. Siempre a más el toro y el trasteo. Con la petición de indulto ya desatada, Ferrera volvió a citar al toro desde los medios y hasta allí acudió el toro humillado y entregado. El palco accedió a la petición del perdón de la vida para el toro de Garcigrande.  

“Lujoso” fue el primero del lote de Diego Urdiales, un astado de gran nobleza y calidad aunque siempre con el debe de la falta de entrega. Un astado al que cuajó de principio a fin el riojano. A la verónica firmó varios lances a cámara lenta por el pitón izquierdo. Después con la muleta llegó un recital de toreo de cante grande. Siempre en el sitio, tiró con sutileza y mando en redondo aunque lo mejor llegó al natural. Acinturado y profundo, llevando toreado al de Garcigrande con ajuste en los embroques. Un estoconazo hasta las cintas le aseguraron también el doble trofeo.

El sexto de Domingo Hernández fue devuelto por una lesión y el sobrero, del mismo hierro, dio pocas opciones a Urdiales. Se afanó en sacarle faena pero había poco fondo donde rascar. Lo mejor, la estocada con la que lo pasaportó.

Arévalo (Ávila), sábado 13 de julio de 2019. 2ª de Feria. Dos tercios.

Dos toros de 

 para rejones, despuntados reglamentariamente, de juego destacado aunque manejables. Tres toros de 

 y uno de 

 (6º bis) para la lidia a pie, de correcta presentación y excelente juego en la muleta. Destacó el quinto, “Culebrillo” de nombre, indultado. El de menos prestaciones, el sobrero sexto.

El rejoneador Diego Ventura, ovación y vuelta.

Antonio Ferrera, dos orejas e indulto. 

Diego Urdiales, dos orejas y silencio tras aviso.

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