Marco Pérez, una promesa con visos de seria realidad, triunfa en Las Ventas

Sobrecogía la imagen de la explanada de la plaza de toros de Las Ventas según se aproximaba uno subiendo la calle Alcalá. Día de San Isidro y una matinal al reclamo del último niño prodigio en esto de los toros. Marco Pérez, de Salamanca. Carrera, de momento, llevada en palmitas por Juan Bautista. Compromisos fuera de su circuito natural de bolsines y certámenes novilleriles. Apariciones en carteles de festivales con figuras o como complemento a corridas de toros de lujosa composición.

Madrid era la prueba de toque y la máxima responsabilidad para el imberbe novillero salmantino. Y a fe que resolvió el reto de debutar en Madrid con éxito. Cuatro orejas y la sensación de que hay un futuro esperándor. Hubo errores, faltaría más. Si no, estaríamos ante un rotot, no ante un joven de solo 15 años. Tiempo tiene por delante para seguir aprendiendo e ilusionando.

A su primer eral de Jandilla lo toreó con soltura de capote. Primero a la verónica y después en un quite por ceñidas chicuelinas. Pero dejó su primer fogonazo de torería en un inicio por alto que abrochó con dos pases del desprecio que aunaron plasticidad y buen gusto. En redondo su toreo posee plasticidad y supo resolver cuando el eral le apretó. Una arrucina ligada al de pecho levantó el clamor en la plaza. Y los remates los bordó, variado y muy torero todo. Y la estocada volcándose sobre el morillo para enterrar el acero en lo alto. La mañana se inauguraba con las dos orejas en esportón de Marco.

Al segundo le recibió con un farol de rodillas y lo toreó con encaje y buen juego de brazos a la verónica. El quite, esta vez, por tafalleras reunidas. El novillo se pegó una costalada de la que salió mermado de fortaleza. Su juego resultó más deslucido que el anterior ejemplar de Borja Domecq. Marco le puso temple para asentar las febles embestidas y variedad para intentar suplir la falta de emoción de su oponente. En una arrancada le volteó de manera fea. Además del fuerte golpe, el novillo le buscó con saña en el suelo. Cogió aire y resuello Marco, que volvió a la cara del de Jandilla para firmar una tanda al natural muy jaleada desde los tendidos. De nuevo volvió a irse tras de la espada con decisión y rectitud para cobrar una estocada algo trasera de la que salió el animal literalmente rodado. De nuevo asomaron dos moqueros del palco presidencial.

Al último novillo, el de mayor cuajo del terceto, le recibió a portagoyola. Tuvo que salvar el lance echándose cuerpo a tierra ante las dudas y el embestida recta del animal. El toro, sin estar sobrado de fuerzas, embistió con buen son aunque le costaba repetir las embestidas. Muy comprometido con el día y el compromiso, Marco corrió la mano con limpieza y notable trazo, especialmente con la mano derecha. No había posibilidad de ligazón pero sí hubo desmayo y reunión en los embroques por parte del novillero. Y unos remates de serie que rezumaron gusto. Hasta se atrevió a firmar una última tanda al natural con la derecha. Pinchó en dos ocasiones antes de agarrar más de media estocada caída que fue más que suficiente.

El objetivo estaba cumplido. Marco Pérez, una promesa con visos de realidad en toda regla.

Madrid, lunes 15 de mayo de 2023. Matinal. Clase práctica. Dos tercios de plaza.

Tres erales de

, de correcta presentación, parejas hechuras y juego manejable en conjunto. El de mejor juego fue el primero.

Marco Pérez, como único interviniente: dos orejas, dos orejas y vuelta.