El pulso y mando de Perera se quedan sin premio por la espada

Después de la exitosa matinal de Marco Perez tocaba el plato fuerte de la jornada de San Isidro. Cartel extraño sin madrileños y con la noticia matutina que llegaba desde corrales con el remiendo de la corrida de El Parralejo con dos toros de José Vázquez.

Precisamente de este hierro madrileño fue el toro de la ceremonia de confirmación de Isaac Fonseca, que había llegado minutos antes a Las Ventas en un autobús de la EMT. Curiosa la estampa de los de luces subidos en el transporte publico. No fue toro de éxito éste, manso en el caballo y después poseedor de una nobleza pajuna que hizo que todo lo realizado por el mexicano resultase intrascendente. Se extendió en la faena y llegó a escuchar dos avisos.

El segundo de la tarde también lucía el antiguo hierro de Aleas. Toro de escasa anatomía pero ofensivo de pitones al que lidió perfectamente Javier Ambel. Su jefe de filas, Miguel Ángel Perera, le planteó faena en los terrenos de sol buscando el refugio de un viento demasiado protagonista en esta primera semana isidril. El de José Vazquez dijo muy poco en sus embestidas y solo el sitio y capacidad de Perera fueron capaces de robarle una tanda al natural de muy buen trazo. Breve la serie, pero de calidad. Hasta ahí se dio el toro. Se pasó de faena Perea buscando apurarle en la distancia corta y recibió dos recados presidenciales en forma de aviso.

Ángel Téllez hizo el esfuerzo de cumplir con su segundo compromiso en la feria después de la fuerte voltereta sufrida el pasado viernes en esta plaza y que se agravó el domingo con otro fuerte topetazo en Orgaz. Su primero ya lució el hierro de la ganadería titular. Un precioso ensabanado capirote que hizo albergar alguna esperanza en los primeros tercios pero que después, en el tercio de muleta no llegó a potenciar. Se movió sin clase ni orden ni tampoco ayudó el trato poco templado que le dispensó Téllez.

El cuarto marcó el cenit de la tarde. Éste de El Parralejo trajo las mejores embestidas y a fe que Perera las apuró mientras duraron. Tuvo quince muletazos. Pero qué quince redondos dejó Perera. Muy atallonado, dejando la muleta siempre puesta para la ligazón del siguiente pase y dotando de una profundidad mayúscula a todo lo realizado. A mayor exigencia del torero, mejor respondió el toro en ese tramo de faena. Lo intentó al natural, molestado por el viento. Tuvo mérito que hubiese algún muletazo limpio por este pitón. Pero hasta ahí llegó el toro, que se desfondó por completo. Una serie de bernadinas muy de verdad fueron el colofón a una obra que después no tuvo refrendo con la espada. Lo que iba para premio se quedó finalmente en una ovación de reconocimiento que saludó Perera desde el tercio.

El quinto se desgastó en demasía en la suerte de varas y se paró muy pronto en la muleta de un Téllez que agotó su paso por este San Isidro sin revalorizar su puesto.

Con el serio y amplio sexto pudimos ver la versión más fiel del Fonseca acostumbrados a ver. Con un pase cambiado por la espalda de rodillas intentó en el prólogo muleteril. A punto estuvo de llevárselo por delante el de El Parralejo. Lo volvió a intentar y ahora si pudo completar un inicio de faena vibrante y expuesto. El toro resultó el más flojo del conjunto, pero dentro de esa condición, dejó estar al azteca, que tiró de raza para sostener un trasteo afanoso y meritorio que epílogo con unas nimeñas de asfixiante ajuste. Dejó una estocada casi entera arriba y se llegó a pedir la oreja. No hubo mayoría pero una fuerte ovación despidió a Fonseca.

Madrid, lunes 15 de mayo de 2023. 6ª de Feria. Casi lleno.

Dos toros de

(1º y 2º), bien presentados, manejables pero bajos de casta. Cuatro más de

, de desiguales remates y hechuras. De escaso fondo. Destacó, mientras duró, la nobleza enclasada y humilladora del cuarto.

Miguel Ángel Perera, silencio tras dos avisos y saludos.

Ángel Tellez, silencio y silencio.

Isaac Fonseca, que confirmaba alternativa, silencio tras dos avisos y saludos tras leve petición.