2ª FERIA DE VALDEMORILLO

El toreo de Urdiales puntúa entre el fervor ‘morantista’ en Valdemorillo

El segundo festejo de la feria de Valdemorillo dejó como balance numérico la oreja que paseó Diego Urdiales en el segundo toro.

Derechazo de Diego Urdiales al toro de Zacarías Moreno al que cortó una oreja

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Reventón en Valdemorillo. Desde la mañana con la previa del encierro y un mediodía de lleno por las calles de la localidad serrana al reclamo del cartel estrella de su feria taurina. Daba gusto volver a sentir el calor y la intensidad de una fiesta de pueblo en toda su intensidad.

El reclamo de Morante de la Puebla sirvió para que Valdemorillo se llenase a la llamada del toreo. A toro pasado, y visto lo que se vivió después en el coso de La Candelaria, uno se pregunta si taurinamente hablando sirvió de algo que esta feria perdiese parte de su esencia por anunciar lo que se anunció y el resultado de ello.

La corrida de Zacarías Moreno, de amable presentación acorde a la categoría de la plaza, no terminó de responder a las expectativas del cartel. Para los de luces, que pusieron todo de su parte, creo que ni le servirá ni les quitará de cara a lo que se avecina en esta temporada.

Lectura difícil entre lo que es una feria habitual de pueblo y que ésta sea copada por las figuras del momento en detrimento del espacio natural para otro tipo de toreros. Opiniones habrá para todos los gustos.

El protagonista del cartel, el ahora omnipresente Morante de la Puebla, se las vio con un primer toro de preciosas y armónicas hechuras. Pura fachada, porque después el de Zacarías tuvo tanta bondad como escasa acometividad. El sevillano, con los tendidos a favor, galleó con gracia y majeza para llevar al toro al caballo. Y se gustó en un inicio de faena muy torero por ayudados por alto. Hubo detalles de toreo caro, pero al conjunto le faltó unidad y continuidad. Aún así, se pidió la oreja tras una estocada habilidosa que no fue considerada como mayoritaria desde el palco.

Con el más cuajado cuarto, al que le faltó cuello para descolgar, Morante demostró que está en un momento en el que no se aburre en la cara del toro. Labor paciente, de ir limando asperezas y quitando defectos a su oponente. Cuajó mediada la faena varias tandas de rotundo trazo y encajada figura. Destacó un cambio de mano que ligó a uno de pecho que puso a todos los tendidos de acuerdo. Con todo a favor, la espada se resistió a entrar hasta el tercer encuentro. Y cuando entró, lo hizo en los blandos. La vuelta al ruedo la inició sin que nadie se la pidiese, pero después fue muy jaleada.

Morante de la Puebla durante su primera actuación de 2022 en la Feria de Valdemorillo

Morante de la Puebla durante su primera actuación de 2022 en la Feria de Valdemorillo

El único trofeo del festejo llegó con el hechurado segundo de Zacarías Moreno. Humilló mucho gracias a su descolgado cuello. Diego Urdiales lo vio pronto y rápido le plantó cara en los medios. Lo toreó con su característico encaje y su desnuda pureza. La forma de dejarle la muleta en la cara y esa forma de ligar los muletazos a base de vuelos y colocación para ligar hizo que la faena fuera creciendo en intensidad. Un final por bajo reunió estética y mando. La estocada entera al primer envite le puso en bandeja la merecida oreja.

El quinto fue otra historia. Estrecho de sienes y algo más montado de hechuras, al de Zacarías le costó romper a embestir. Cuando se vio podido en varias tandas mandonas, el toro se rajó y buscó tablas sin que Urdiales terminase de quitarle esa querencia. La estocada arriba dio paso a una ovación de reconocimiento.

Daniel Luque tuvo como primer toro de su lote al animal más completo del sexteto de Zacarías. Un auténtico ‘dije’ en cuanto a hechuras y comportamiento. Se entregó desde el principio el toro y el sevillano se gustó en una primera mitad de faena en la que combinó composición estética y mando en las embestidas. Pero después, todo fue a menos cuando Luque se preocupó más en las formas que del fondo del trasteo. Todo se esfumó tras dos pinchazos previos a la estocada.

El sexto fue el animal de más cuajo del envío del hierro madrileño y sirvió para completar el lote de la tarde. Luque quiso poner pulso y técnica para encauzar las nobles embestidas de su oponente. De nuevo todo pareció más superficial que rotundo. Se amontonó el sevillano en una faena que acabó a menos.

Valdemorillo (Madrid), sábado 5 de febrero de 2022. Lleno de ‘No hay billetes’.

Toros de Zacarías Moreno, desiguales de presentación y juego. El más completo fue el encastado y noble tercero. También destacaron la nobleza enclasada del segundo y sexto.

Morante de la Puebla, saludos y vuelta.

Diego Urdiales, oreja y saludos.

Daniel Luque, saludos y silencio.

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