SANTANDER

La zurda de Hernández y el valor de Fonseca en una novillada interminable

Una deslucida novillada de Núñez de Tarifa lastró el balance final de un festejo en el que Víctor Hernández paseó el único apéndice.

Natural de Víctor Hernández durante su actuación este domingo en Santander

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

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Dos horas y cuarenta y cinco fue la duración de la novillada de la Feria de Santander. Demasiado metraje para tan escasos argumentos artísticos de una terna que se vio lastrada por el escaso juego de la novillada de Núñez de Tarifa. Un encierro muy por debajo del trapío al que se estaba acostumbrado por estos lares para este festejo. No sé si la guerra, el precio de los cereales, la inflación o el cambio climático, que justificaría el ínclito inquilino de la Moncloa. El caso es que por chiqueros fueron apareciendo animales de escasas carnes y nulo remate. Una cosa es cuidar a los novilleros y otra, descuidar al cliente que pasa por taquilla con semejantes animales.

Víctor Hernández no pudo sumar más suertes en el saludo capotero al novillo que abrió plaza. Faroles de rodillas, en pie, verónicas, tafalleras, gaoneras y una larga de rodillas. Abundó en la variedad con un quite posterior. El utrero de Núñez de Tarifa, con hechuras de vaca vieja, embistió con buen aire a la muleta del madrileño, que se preocupó en exceso de componer y mirar al tendido, tanto en la apertura de faena como en la primera tanda en redondo. Se centró más Víctor cuando se echó la muleta a la zurda. Por ahí surgieron dos series de trazo profundo y mandón. Después, con el novillo venido a menos, llegó un toreo de cercanías que llegó al tendido. Epilogó el trasteo con unas bernadinas muy ceñidas antes de dejar una estocada tendida y trasera que, sin embargo, tuvo mucha muerte. La oreja cayó por mayoría de pañuelos.

El cuarto fue un novillo con aspecto de eral adelantado, de muy escaso trapío al que el de Santos de la Humoso pasó con mucha suficiencia en el último tercio. Volvió a destacar en el toreo al natural, aunque esta vez sin la rotundidad de la anterior faena. Solo una serie por ese pitón tuvo entidad y enjundia. Quiso concluir su quehacer de nuevo de rodillas, pero el novillo le pegó un acuchón, por lo que desistió. Un pinchazo y una estocada caída obligó al uso de descabello, con el que acertó al tercer intento ya con el segundo aviso enviado desde el palco presidencial. La vuelta se la dio por su cuenta con votos en contra.

Isaac Fonseca recibió a su primero con verónicas de rodillas de asfixiante cercanía y ceñimiento que después continuó, ya incorporado, con unas garbosas chicuelinas. El mexicano volvió a asustar al miedo tanto en su quite como en la apertura muleteril también de hinojos. El utrero tuvo escasa correa y tuvo que poner mucho de su parte Fonseca, que ante la frialdad de los tendidos optó por los fuegos artificiales en forma de espaldinas. Soltó la espada para firmar unas bernadinas de gran exposición, con los cites a escasos centímetros de los muslos. Una media en todo necesitó de dos golpes de verduguillo, cuestión que le dejó sin premio tangible.

El quinto fue un animal manso de principio a fin. Sin celo ni ganas de embestir. Una prenda como despedida del escalafón novilleril para Fonseca. Tuvo que tirar de valor y arrestos para llegar a los tendidos. Su insistencia ante la nada tuvieron como respuesta del novillo dos fuertes volteretas de las que salió tocado el azteca. Se presintió una cornada, que después se supo superficial por debajo de la axila, tras la que se quedó sin fuerza cuando empuño en reiteradas veces la espada. Sonaron dos avisos y sobre la bocina dejó una estocada letal. La ovación sonó a reconocimiento por el esfuerzo y el valor.

No le faltó su dosis de chicuelinas en el recibo al tercero por parte de Marcos Linares. El joven linarense llegaba a Santander como triunfador de la novillada de Córdoba que también organizó Lances de Futuro. El linarense demostró el buen corte de torero que tiene. Muy clásico en las formas y haciendo todo con gusto. Estuvo muy por encima de su oponente, que iba y venía sin entrega. Le ganó siempre un paso evitando su huida a tablas para después apretarle más por abajo en el cierre de faena. Se tiró a matar de una forma peculiar con saltito incluido para dejar una estocada entera y atravesada que dilató la muerte del novillo. La pañolada no cuajó en mayoritaria y al final Marcos tuvo que conformarse con una vuelta al ruedo.

El sexto fue otro regalito con que Linares se mostró dispuesto y valiente. Pero el de Núñez de Tarifa llegó al último tercio con el freno de mano echado. Con la tarde ya echada sobre el coso de Cuatro Caminos y el público abandonando los tendidos, todo quedó en silencio.

Santander, domingo 24 de julio de 2022. 2ª de Feria. Media plaza.

Novillos de Núñez de Tarifa, muy terciados y cómodos de cabeza. Conjunto descastado y deslucido en líneas generales. Manejable dentro de un orden el primero.

Víctor Hernández, oreja y vuelta protestada tras dos avisos.

Isaac Fonseca, saludos tras aviso y saludos tras dos avisos.

Marcos Linares, vuelta tras aviso y silencio.

Parte médico de Isaac Fonseca: "Durante la lidia del quinto toro, ha sido ingresado en la enfermería el novillero Isaac Fonseca, que presenta una herida en hueco axilar con contusión del tejido. Pronóstico leve".

Fallo del jurado: Tras la celebración de la novillada, un jurado de periodistas santanderinos han declarado triunfador de "La oportunidad de Lances de Futuro" a Victor Hernández, que tendrá un puesto en la novillada de la feria de Almería.

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