FAUNA ENVENENAMIENTO
Estudio constata que hay margen de mejora en detección de envenenamiento de fauna salvaje
Un estudio liderado por la Universidad de Oviedo ha constatado que aún hay margen de mejora en los sistemas de detección de casos de envenenamiento de la fauna salvaje.
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Un estudio liderado por la Universidad de Oviedo ha constatado que aún hay margen de mejora en los sistemas de detección de casos de envenenamiento de la fauna salvaje.
El estudio, realizado en colaboración con el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC, CSIC-UCLM-JCCM), la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Burgos y el Centro Tecnológico Forestal de Cataluña, ha evaluado las fortalezas y las debilidades de las estadísticas oficiales que registran los casos de fauna envenenada.
Para ello, los investigadores compararon los datos oficiales con la información obtenida del seguimiento en campo de cebos simulados colocados en diecinueve áreas distribuidas por el territorio nacional.
Los resultados del trabajo muestran que, si bien "las bases de datos oficiales reflejarían bien las especies envenenadas", no logran detectar "ni el número de especies ni la abundancia de individuos que podrían verse afectados en cada evento de envenenamiento".
De esta manera, la investigación muestra que, a pesar de que se dispone de una gran cantidad de datos oficiales de envenenamiento de fauna a escala nacional, "hay margen de mejora en cuanto a la detección de casos".
La primera autora del trabajo, María Fernández García, ha destacado la importancia del zorro como "especie centinela" del envenenamiento de fauna, tanto deliberado como secundario.
Así, ha explicado, la detección de casos de uso de veneno mejoraría prestando atención a la presencia de zorros muertos en el campo durante las tareas de vigilancia, junto a otras especies comunes como los córvidos, martas y garduñas, entre otros, y recogiendo estos animales muertos siguiendo los protocolos establecidos para poder analizar la presencia de tóxicos.
A este respecto, ha advertido de que "los sesgos relacionados con la detectabilidad y con el propio observador pueden estar detrás de la baja representatividad de las especies comunes y generalistas en los registros oficiales".
Por el contrario, ha añadido, las especies protegidas están mejor representadas, ya que suelen despertar un mayor interés y están vinculadas a proyectos de conservación y de seguimiento GPS, lo que puede facilitar que se abra una investigación oficial.
Los autores del estudio abogan por la implementación de protocolos sistemáticos de seguimiento y vigilancia de posibles casos de envenenamiento.
Estos protocolos deberían incluir el registro estandarizado de todos los casos sospechosos para recopilar información de gran utilidad como la ubicación precisa del evento y el tipo de cebo utilizado, "datos que todavía escasean en los registros oficiales", apunta la investigación, que ha sido publicada en la revista 'Biological Conservation'.