NATURALEZA AGUA
Proyectan un "aula" forestal dentro del bosque de la Reserva vizcaína de Urdaibai
El centro de investigación y desarrollo agroalimentario y ganadero Neiker trabaja en el establecimiento de un "aula" forestal o marteloscopio dentro del bosque en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, en Bizkaia, concebido como una herramienta pedagógica para profesionales y estudiantes.
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El centro de investigación y desarrollo agroalimentario y ganadero Neiker trabaja en el establecimiento de un "aula" forestal o marteloscopio dentro del bosque en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, en Bizkaia, concebido como una herramienta pedagógica para profesionales y estudiantes.
Los llamados marteloscopios son sitios demostrativos ubicados en una parcela permanente dentro del bosque, en la que se hacen mediciones en los árboles que se vinculan a un software, a través del cual el visitante puede comprobar in situ los impactos sobre la biodiversidad de las distintas opciones de gestión y corta.
Estos lugares integran biodiversidad y gestión forestal y constituyen una herramienta de educación ambiental para el entrenamiento selvícola ya que permiten realizar ejercicios virtuales de selección de árboles.
Los marteloscopios son en general rectangulares, de una hectárea de tamaño, donde todos los árboles están numerados, mapeados y registrados.
Neiker proyecta un espacio de estas características en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, donde también lleva a cabo el proyecto europeo Life Urbaso, para la mejora de la calidad del agua destinada al consumo.
El centro de investigación trabaja en este proyecto junto con el Centro Vasco de Investigación del Cambio Climático BC3, la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia y la Agencia EFE.
Según sus planes, el bello y variado enclave de Urdaibai acogería también un marteloscopio en una parcela de monte, en que la que se marcarían con un GPS dónde están todos los árboles, además de registrar "sus alturas y diámetros, las características de la biodiversidad, los microhábitats de los árboles...", ha explicado a EFE la investigadora de Neiker Nahia Gartzia Bengoetxea.
Toda esa información "se vuelca" después en un software asociado, en el que "aparece físicamente cómo se distribuyen todos los árboles que hemos medido previamente", ha señalado.
Mediante esa herramienta informática, el visitante que pasea por el monte va respondiendo a una serie de preguntas y decidiendo qué cambiaría en el espacio, por ejemplo, qué árboles cortaría para hacerlo más biodiverso o para conseguir otros objetivos.
Con el software utilizado se podrá visualizar "cómo quedaría el bosque y qué servicios de los ecosistemas proveería con esa actuación hipotética que se pretende hacer", ha indicado la investigadora.
En definitiva, se quiere utilizar ese espacio "como herramienta pedagógica", de la que puedan beneficiarse distintos agentes relacionados con el ámbito forestal.
Los promotores de la iniciativa pretenden que el futuro marteloscopio de Urdaibai pueda ser visitado por gestores forestales, técnicos de la Diputación de Bizkaia, ecologistas o estudiantes.
Asimismo, tienen intención de invitar al nuevo espacio, una vez que esté desarrollado, a representantes de Pro Silva, la confederación europea de silvicultores profesionales.