Historia de la Lotería del Niño: ¿de dónde viene esta tradición?
Este es el origen del otro gran sorteo de la Navidad, más esperado si cabe este 6 de enero de 2021
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Tras un 2020 marcado por la pandemia, la Lotería del Niño puede ser un gran regalo de Reyes para unos cuantos españoles nada más arrancar 2021. El segundo gran sorteo de la Navidad también reparte ilusión y alegría a montones, con la suerte traduciéndose en hasta 200.000 euros por décimo en premios. Muchos creían que el origen de esta tradición se remontaba a 1941. Sin embargo, su historia empezó a escribirse mucho antes.
La duquesa María del Carmen Hernández Espinosa de los Monteros fue quien ideó el sorteo en 1879. Lo hizo para recaudar fondos de cara a la construcción del hoy popular Hospital Niño Jesús de Madrid. La también conocida como Duquesa de Santoña siempre se mostró muy implicada con las causas relativas a la infancia, como lo fue la Lotería del Niño original.
La Duquesa llegó a presidir la Asociación Nacional para el Cuidado y Sostenimiento de Niños. Junto a su marido, se hizo cargo de una huérfana de siete años, y también donó 26.000 pesetas (156 euros) a los huérfanos debido a la guerra. Sin embargo, la obra benéfica más destacada de Hernández y Espinosa de los Monteros fue la relativa a la lotería.
Buscador de premios Lotería del Niño
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Su sueño era construir un hospital especializado en la atención sanitaria a los niños. Sin embargo, ni ella ni su esposo contaban con los fondos necesarios para llevar a cabo el proyecto. Por eso, se les ocurrió llevar a cabo una rifa que les ayudase a recaudar el dinero suficiente para levantar el futuro Hospital Niño Jesús y poder costear todos sus gastos.
La Rifa Nacional del Niño fue todo un éxito, ya que el complejo sanitario acabó construyéndose. El gesto de la Duquesa fue visto con buenos ojos incluso por parte de la mismísima Corona: Alfonso XII decidió que Hernández Espinosa de los Monteros no diese al Estado el 4% de impuestos del total recaudado.
Tanto es así que, tras ser anuladas las rifas en toda España, la Reina María Cristina quiso abonar 96.330 pesetas (578 euros) a la Duquesa de Santoña. Quería que pudiera seguir costeando las reparaciones y el mantenimiento del Hospital Niño Jesús surgido gracias a la futura Lotería del Niño. Sin embargo, la Duquesa no aceptó el dinero. Años después, y por increíble que parezca, acabó arruinada.
No obstante, dejó un legado que todavía sigue vigente a día de hoy. Tras años y años sin celebrarse, la Lotería del Niño se recuperó para la causa en 1941. El entonces director general de Timbre y Monopolios, Fernando Roldán, institucionalizó el sorteo entonces. La cosa fue tan bien que este ya obtuvo la condición de Extraordinario en 1942.
En su primera edición, el sorteo constó de cuatro series de 42.000 billetes cada una a 150 pesetas (90 céntimos) el billete. Eso sí, hubo que esperar hasta 1966 para que la denominación de El Niño (por la proximidad de esta lotería con la Epifanía del Señor o la Adoración al Niño por los Magos de Oriente) apareciese.
Primero realizado de forma tradicional y después mediante el sistema moderno de bombos múltiples (con reintegros desde 1942 y premios de terminación y de reintegro desde 1946), el sorteo es todo un clásico navideño. Quién iba a decir que la idea de la Duquesa de Santoña, motivada por una buena causa, acabaría haciendo felices y afortunadas a tantas personas.